Pero no solo las parejas anónimas han decidido adaptar sus planes a la nueva situación y continuar adelante con su boda. El pasado 17 de julio llegó a los medios la noticia de que Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi se habían casado en secreto en la Capilla Real de Todos los Santos en Royal Lodge, Windsor. Un enlace con pocos invitados –el comunicado de Palacio advertía que se tuvieron en cuenta todas las restricciones y allí las bodas no pueden pasar de treinta personas– y menos protocolario de lo que suele caracterizar a la Familia Real Británica. Tita Astolfi – sobrina del famoso jinete Luis Astolfi– y Fernando Mora-Figueroa celebraron el pasado 24 de julio su enlace en el municipio gaditano de Vejer de la Frontera. Y lo hicieron con una ceremonia que tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo, en la finca Las Lomas, de Vejer, propiedad de la familia de Fernando. Además, tal como aseguraba el medio británico Daily Mail, Cressida Bonas y Harry Wentworth-Stanlye se habrían casado en un exclusivo club de polo de Cowdray Park, en una ceremonia íntima, el fin de semana del 25 de julio.
¿Qué tienen en común todos estos enlaces? Que para ellos las nuevas medidas que rigen actualmente nuestra vida no han supuesto un impedimento a la hora de celebrar su enlace. Aunque esta decisión depende mucho de las circunstancias personales de cada uno.