Un minimalismo y una sencillez que se coló también en el resto de propuestas del francés. Y es que, como es habitual en sus diseños, Rolland jugó no solo con los volúmenes, también con las grandes aberturas que insinuaban las piernas de las modelos, adornos en 3D, mangas asimétricas, pétalos... elementos con los que conseguir diseños elegantes, pero llenos de vanguardia.