Multitudinaria boda de Farruquito en Sevilla

Por hola.com

Sevilla era un "olé" por los cuatro costados. Seguidores de Farruquito -llegados de toda Andalucía- quisieron presenciar, al menos desde "la grada" (las proximidades de la famosa iglesia del Cristo de los Gitanos) la boda de su bailaor favorito con su novia de toda la vida, Rosario Alcántara. Y él no les defraudó. Llegó, de blanco impecable, con traje de época (camisa de chorreras), a las 20.10. Allí recibió "un baño" de vítores y enhorabuenas, que él correspondió con una multitud de saludos y besos lanzados al aire. Estaba claro: tres días de celebración, siguiendo el más estricto rito gitano (que incluye la tan descrita "prueba del pañuelo"), precisaban de calor y apoyo a la pareja. Y más, teniendo en cuenta que la boda ha sido criticada por todos aquellos que pedían más austeridad y discreción tras el juicio en el que el bailaor se vio envuelto. Y más, tras la polémica por la premura en la que consiguió fecha para casarse en la iglesia más solicitada de Sevilla.

Sevilla en la calle
La llegada de Farruquito fue espectacular (en coche de caballos); como lo fue la de su novia, en otro coche de caballos. Sorprendió, Rosario Alcántara con un vestido de larga cola y llamativa corona. Le cantaron los hermanos de Farruquito en la entrada del templo. En el interior, estaban grandes amigos de la pareja y sus familias, que pusieron música a la ceremonia: Remedios Amaya, Montse Cortés y Parrita.

Noche de cante
A la ceremonia religiosa siguió el convite, al que parece ser que sí asistieron muchos de los rostros conocidos que se echaron en falta en la iglesia: la Duquesa de Alba, Rafael de Paula, Rafael Amargo o Aurora Vargas. Antonio Canales y Niña Pastori acudieron también a la ceremonia. Se celebró en la finca El Rocío, propiedad de los hermanos Peralta. Todos los invitados, que no cesaron en el canté y el baile, recibieron un original obsequio: ellas, un abanico firmado por la pareja; ellos, una corbata firmada por Farruquito. Y a las veinticuatro horas, siguieron otras veinticuatro. Así hasta tres días de intensa fiesta.