Alta Costura sostenible: Andrés Acosta y sus musas nos cuentan por qué es tan importante

La modelo lució el diseño con su melena recogida en un moño bajo, la forma de asegurarse de que el bordado del escote se convirtiera en el centro de atención.

La seda es todo un reto a la hora de confeccionar un vestido, ya que es una tela muy fina, un doble reto para el diseñador.

Diferentes tonos de azul, blancos e incluso violetas se mezclan en los fantasiosos borados del diseñador.

El favorecedor escote en forma de corazón se coordina con el bajo, también semicircular, dando lugar a patrones curvos muy favorecedores.

En el vestido se aprecia a la perfección ese deseo de plasmar la bóveda celeste.

El minivestido parece pedir discreción en la elección de complementos para que los bordados se lleven toda la atención.

Los telares que se utilizan para confeccionar la seda son los mismos que se empleaban en el siglo XVI.