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Propuesta de Andrés Sardá para la primavera-verano 2008.
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La mujer Andrés Sardá parece recién sacada de una película de espías y agentes secretos de los años 50. Bañadores en blanco y negro con elegantes capuchas, delicados monos de neopreno, originales triquinis de tirantes cruzados o atados al cuello y biquinis bandeau salpicados de hebillas y tiras, de las que cuelgan fundas para guardar la pistola, han sido lo más destacado de la primera parte de este glamouroso desfile.
Otra de las líneas que la firma ha querido presentar es el de la moda baño estampada. En este apartado, las rayas en tonos rosas, azules y grises y los lunares de diferentes tamaños y colores han sido la nota dominante. Sin embargo, lo más llamativo que hemos podido ver sobre a pasarela han sido los modelos de tonalidades flúor en los que los detalles en plástico coloreado han sido los protagonistas.
Para cerrar esta demostración de creatividad y buen gusto, el barcelonés Andrés Sardá ha mostrado algunos vestidos largos, de tejido vaporoso y estratégicas aberturas. Para decorarlos ha utilizado cinturones ‘joya’ y voluminosos colgantes. ¿El resultado? Una mujer hiperfemenina con una imagen muy sexy.
Los detalles y complementos han sido la clave para dar credibilidad al ‘look’ que Sardá persigue con sus diseños. Ojos muy marcados, pelo efecto mojado, botas de interminables tacones, gorros de piscina y grandes gafas de buceo han contribuido a crear una mujer al más puro estilo James Bond. De hecho, la última modelo que ha presentado ha desfilado sobre la pasarela siguiendo el compás de la canción ‘Goldfinger’, mientras lucía un biquini salpicado de cristales y con la piel cubierta de polvos de oro. Todo un golpe de efecto.
