La Alta Costura reúne en París a maniquís de ayer y hoy

Durante cuatro días, la ciudad de París se ha convertido en el lugar del mundo con más lujo y ‘glamour’ por metro cuadrado. La causa de tan inmenso esplendor ha sido la celebración de los desfiles de Alta Costura primavera-verano 2002. Grandes firmas y consumados diseñadores han mostrado autenticas obras de arte sobre la pasarela. Vestidos, trajes de chaqueta, pantalones... Elegantes prendas, confeccionadas a mano, que han sido vestidas por las modelos más importantes del mundo, como por ejemplo Carmen Kass, Karolina Kurkova, Mini Anden, Jacquetta Wheeler, Caroline Ribeiro, Isabeli Fontana, Liisa Wrinkler, Natalia Semanova, Nieves Álvarez, Teresa Lourenço, Fernanda Tavares, Carolyn Murphy, Erin Wasson o Yfke Sturm.

Con su profesionalidad y cualidades físicas, todas estas cotizadas modelos han superado las rigurosas pruebas por las toda maniquí debe pasar para participar en esta pasarela. Conseguirlo supone un gran éxito para su carrera y, sobre todo, para aumentar su caché.

Varias generaciones de modelos
En esta edición de Alta Costura primavera-verano 2002, el casting de modelos sorprendió a propios y extraños al ver sobre la pasarela a prestigiosas top models de décadas pasadas, retiradas actualmente del mundo de la moda o, por lo menos, de esta cita concreta. Un ejemplo de este último caso ha sido la vuelta de Naomi Campbell, que ya asombró a muchos al participar en los desfiles de moda masculina de Milán. La ‘Venus de ébano’, como muchos la llaman, regresó de la mano de las firmas Ungaro, Jean Paul Gaultier e Yves Saint Laurent.