La que en febrero se convertirá en la Princesa de Orange es una mujer moderna y sencilla. Máxima Zorreguieta ha afianzado su estilo, desde que se hizo oficial su compromiso con el heredero de la corona holandesa, consciente de que a partir de ese momento iba a ser una de las mujeres más fotografiadas de Europa.
Máxima ha encontrado la medida a los ceremoniosos actos protocolarios vistiendo de forma elegante y sencilla. Para los actos oficiales que se celebran por la noche, ella suele escoger los vestidos sin mangas y con escote redondo; de colores clásicos, siempre los acompaña con un chal y un pequeño bolso de mano a juego.
Cuando los actos son de día, como en la boda de su cuñado Constantino de Holanda, le gusta lucir trajes de chaqueta y falda con un elegante sombrero a juego.
La prometida de Guillermo de Holanda escoge el traje pantalón cuando va a trabajar, estilo que asumió durante los más de seis años que estuvo trabajando como economista en la ciudad de Nueva York.
Y como toda joven busca un look cómodo y práctico cuando se trata de pasar su tiempo libre o de disfrutar de uno de sus hobbies: la pesca.
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