Una vez más, David Beckham ha vuelto a demostrar que es todo un padrazo. El futbolista inglés ha reconocido en más de una ocasión que sus hijos son su prioridad y por eso aprovecha cada momento que tiene libre para estar con ellos y disfrutar de divertidos días en familia. En esta ocasión, David y sus hijos, Romeo, de ocho años, y Cruz, de cinco, acudieron al centro de arte 'Color Me Mine' en Beverly Hills (California) donde diseñaron sus propias tazas de cerámica y las decoraron con llamativos colores y divertidos dibujos.
Aunque no les acompañó su madre, Victoria Beckham, ni su hermano mayor, Brooklyn, de 11 años, lo cierto es que sus hijos no se olvidaron de ella y le diseñaron una taza muy especial en la que podía leerse: 'Te quiero mamá'. Además, el futbolista disfrutó de lo lindo y revivió su infancia demostrando sus dotes para la artesanía, mientras los pequeños realizaban algunas figuras de arcilla blanca como un coche que pintaron de rojo y negro como homenaje a uno de sus personajes de dibujos animados favoritos, Rayo McQueen, protagonista de la exitosa película Cars.
Tanto Romeo, que guarda un gran parecido físico con Victoria, como Cruz, que ha heredado el atractivo de David, lucieron orgullosos la camiseta de la equipación oficial del club de su padre, Los Ángeles Galaxy, mientras que el futbolista inglés se decantó por un gorro de lana negro y una camiseta blanca de manga corta que dejaba al descubierto sus tatuados brazos.
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