2. La natación
Es un deporte muy completo, que no produce impacto en los huesos o articulaciones, pero nos aporta un buen número de beneficios. “Al sumergirnos en el agua, hacer uso de todas nuestras extremidades, articulaciones y grupos musculares, y concentrarnos al mismo tiempo en la regulación de nuestra respiración, lograremos fatigar y desestresar todo el cuerpo”, comentan. Y apuntan a que al no dañar huesos o articulaciones, es una buena alternativa para quienes tengan alguna lesión o no puedan realizar grandes esfuerzos.
Pueden aprovechar así sus bondades, consiguiendo un aumento de flexibilidad y elasticidad, el fortalecimiento de todos los músculos, sobre todo de la espalda, el alivio de enfermedades crónicas como el asma o la diabetes, y la ayuda que presta al sistema respiratorio y al aumento de la capacidad pulmonar.
Lee también: Este ejercicio quema calorías, tonifica y, además, aumenta la masa muscular