La primavera es la época dorada del jardín. Un momento en el cual las plantas se enfrentan a un periodo de gran crecimiento. Muchas de ellas van a florecer, a dar frutos y a desarrollarse por lo que necesitan energía y nutrientes. Les vendrá bien un empujón en forma de fertilizante que aporte a la tierra del jardín el alimento que las plantas necesitan.
A cada planta, su alimento
El universo de los abonos y fertilizantes de jardín es muy amplio y variado, y es lógico que así sea, puesto que cada planta es diferente y necesita un tratamiento distinto.
En general podrían diferenciarse dos grupos de abonos: los orgánicos o naturales, y los inorgánicos o minerales.
Además de esta primera distinción, había que tener en cuenta otros factores. No se trata de fertilizar a lo loco todo el jardín, ya que las necesidades de las plantas de flor, por ejemplo, no son las mismas que las del césped o las de las hortalizas del huerto. También hay que tener en cuenta el clima de la zona (si es lluvioso o muy seco), el tipo de suelo, el agua de riego, etc.
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