Cuando se trata de esmalte semipermanente, uno de los más solicitados, hay que limar la primera capa e introducir las uñas en acetona o disolvente especial durante unos 15 minutos. Si el esmalte no se deshace, sigue limando la superficie, siempre con cuidado. Con la manicura acrílica debes seguir un proceso similar, aunque durante más tiempo. Lo puedes acelerar colocando un algodón empapado en acetona y protegido por papel de plata en cada uña, una vez hayas eliminado con la lima la capa superior.