Dice la dermatóloga Sara Carrasco, propietaria de la Clínica de Dermatología Estética que lleva su nombre, que "es completamente normal empezar a verse arruguitas en el rostro con la llegada de los 30 años". Sin embargo, por más que no se pueda luchar contra la naturaleza del envejecimiento, la cosmética y unos buenos hábitos de vida pueden hacer que esas líneas de expresión tarden más en aparecer y sean menos profundas.
Para lograr este difícil reto y conseguir un rostro resplandeciente como el que tenías en tus 25 o 27, es importante hacer caso a los que más saben y cuidarse al máximo, ya que es a partir de la treintena cuando el tabaquismo, el exceso de sol o la falta de descanso empiezan a notarse.
Por eso, si no quieres arrepentirte a los 40, es hora de que empieces a cuidarte con acierto, siguiendo a pies juntillas los consejos de los expertos que hemos recopilado en esta guía imprescindible. Todo para que entiendas que un rostro bonito libre de arrugas, es siempre el reflejo de una piel saludable.
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Identifica qué tipo de arrugas tienes y actúa
Si las primeras líneas de expresión que ves cuando te miras al espejo se deben a la cantidad de gestos que haces cuando hablas o porque tu miopía te lleva a entornar los ojos más de lo que deberías, lo mejor es que intentes controlar estas acciones, ya sea de forma natural o con la ayuda de neuromoduladores. En cambio, si los primeros signos de la edad se deben al daño solar acumulado y a la pérdida de densidad colágena, lo que tienes que hacer según Sara Carrasco, "es recurrir a la terapia de luz de Banda Ancha, ya que esta técnica mejora la funcion del fibroblasto y favorece la reparación de los tejidos y la obtención de una piel más sana".