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La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, de 37 años, ha anunciado su separación del exfutbolista Markus Räikkönen a través de un mensaje en sus perfiles sociales. “Estamos agradecidos por los 19 años que hemos pasado juntos y por nuestra querida hija. Seguimos siendo muy buenos amigos, nos llevamos muy bien y somos unos padres amorosos. Seguiremos pasando tiempo juntos como una familia. Esperamos que respeten nuestra privacidad y no haremos más comentarios sobre el tema” escribe. La que fue primera ministra de Finlandia (el pasado mes de abril dimitió como líder de los socialdemócratas finlandeses después de que su coalición de Gobierno perdiese la mayoría en las elecciones) se casó en 2020 en una íntima ceremonia en su casa. Su hija Emma nació en 2018.
Aunque decidieron unir sus vidas hace tres años, la pareja se conocía desde la adolescencia. Una historia de amor que comenzó cuando ambos tenían 18 años y que desafortunadamente se ha terminado tras casi dos décadas juntos. "Juntos hemos visto y experimentado muchas cosas, intercambiado alegrías y penas y nos hemos soportado el uno al otro en situaciones de calma y de tempestad", decía públicamente la propia Sanna el día de la boda, celebrada el 2 de agosto de 2020. A lo largo de estos años, la pareja ha mantenido su vida privada en un plano discreto, separándola de la atención mediática que Marin acaparaba por su puesto en el Gobierno.
Cuando tenía 34 años, Marin se convirtió en la política más joven en convertirse en primer ministro de Finlandia. Ha llegado a aparecer en la lista de las 100 mujeres más relevantes del mundo de la BBC y en la portada de la revista Time. Durante su etapa en el Gobierno, en el que estuvo desde 2019, tuvo que hacer frente a situaciones delicadas como la pandemia de coronavirus y la invasión de Ucrania. Además apoyó al presidente de la República, Sauli Niinistö, en el proceso de incorporación de Finlandia a la OTAN.
Una de las controversias a las que tuvo que hacer frente fue un vídeo, grabado en verano de 2022, en el que aparecía bailando con sus amigos. La difusión pública de las imágenes llevó a uno de los principales partidos de la oposicion, el nacionalpopulista Partido de los Finlandeses, a exigir que Marin se sometiera a un test para detectar sustancias prohibidas. Este examen dio negativo. En aquellos momentos se produjo un debate público que polarizó las opiniones de la sociedad, motivo por el que Sanna Marin compareció para pedir disculpas por lo sucedido.
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