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Esta semana, en las páginas de la revista ¡HOLA!, Álex Lequio cuenta cómo se enfrenta a la enfermedad que le diagnosticaron el pasado mes de marzo. El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio posa con sus padres en la casa de la intérprete, en Madrid, donde ha vivido desde que nació, hace veintiséis años. En la entrevista, Álex cuenta si la enfermedad ha marcado un antes y un después en su vida.
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Y cuando estás metido en este lío de montar tu empresa, y lleno de planes y proyectos, sucede que te diagnostican un cáncer, y supongo que todo cambia de repente, ¿no? ¿Ha marcado tu enfermedad un antes y un después en tu vida?
Pues mira, sigo siendo el mismo chico de siempre, igual de despistado. Lo que ocurre es que ahora tengo una especie de llavero que tiene un localizador, y así ya no me olvido de dónde me dejo las llaves.
¿Es como darle al pause para luego continuar por donde lo dejaste o crees que, después de esta experiencia, todo será diferente?
Es como si yo te pregunto a ti: si vas andando por un camino y llevas una mochila y te echan un montoncito más de piedras encima, ¿vas a cambiar de camino? Yo no voy a cambiar de camino, voy a seguir mi camino, pero voy a tener que esforzarme un poco más o andar con un poco más de esfuerzo para poder seguir a la misma velocidad.
Siempre adelante ¿no?
Creo que la gente metaboliza este tipo de situaciones de dos maneras: unos se lamentan, dramatizan y se quedan en casa llorando; otros entienden que esto es un obstáculo y ponen el cronómetro en marcha, para que su vida vuelva a la normalidad lo antes posible y poder seguir con sus ambiciones. Yo encajo en el tipo dos: entiendo la gravedad de la situación, pero ni yo ni mi familia hemos perdido el sentido del humor. Somos una familia que nos reímos de todo y así vamos a continuar. Esto sigue, es una tómbola.
¿Te has venido abajo en algún momento?
No, nunca. Bueno, sí me he venido abajo, pero siempre he estado arriba. ¿Sabes a lo que me refiero? Yo creo que eso es relativo. Si tú eres una persona muy feliz, que estás siempre sonriendo, cuando te vienes abajo, en realidad, sigues estando en el lado positivo de las cosas. Yo nunca he pasado esa línea. Nunca. Y las personas que estén pasando por esto tienen que darse cuenta de que tienen que seguir siendo felices.
Exclusiva en ¡HOLA!, Álex Lequio nos cuenta cómo se enfrenta al cáncer con humor y sin drama
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