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En un mundo donde los 'influencer' digitales o 'youtubers' se han convertido en algunas de las profesiones de moda y la popularidad se mide en millones de seguidores, aún hay quien se resiste a caer en las redes sociales. Es el caso de Emma Stone, una de las actrices internacionales más importantes de la actualidad que, por el momento, se niega a abrir un perfil en Twitter o Instagram. Un dato que llama poderosamente la atención y cuyos motivos ella misma ha explicado a su colega Jennifer Lawrence en una entrevista publicada en el número de septiembre de la edición estadounidense de la revista Elle. En realidad, se trata de una distendida conversación entre amigas en la que desvela algunos de los detalles más interesantes de su personalidad.
Haciendo gala de su simpatía y espontaneidad habituales, la protagonista de Los juegos del hambre formuló todo tipo de cuestiones a la ganadora del Oscar por La La Land, a la que en todo momento llama por su nombre real, Emily. Así, en un momento de la charla habla acerca de lo desagradable que resulta que las estrellas tengan que "aprender lecciones públicamente". Algo que Stone piensa que sucede "por la forma en que está conectado el mundo". Una respuesta con la que, claramente, hacía alusión a las redes y que la entrevistadora aprovechó de manera muy hábil para averiguar el porqué de su ausencia en ellas.
"Creo que no sería algo positivo para mí. Pero si las personas pueden manejar ese tipo de cosas, mejor para ellos", confesaba con total sinceridad. Al hilo de esto, aprovechó para revelar algunas de las inseguridades con las que ha tenido que lidiar: "Lo que llevo puesto, cómo me veo. Hace un par de años luché con la sensación de que mi apariencia estaba siendo constantemente examinada; pero luego me di cuenta de que lo que la gente pudiera comentar al respecto era algo que no debía preocuparme. Es algo que no me inquieta demasiado en este momento. Pero antes, si me sentía mal por algo, me molestaba mucho oír a otros hablar de ello".
Asimismo, la nueva musa de Louis Vuitton tampoco tuvo inconveniente en confesar como se siente a punto de entrar en una edad tan 'critica' como la treintena, acontecimiento que tendrá lugar el próximo mes de noviembre. "Cuando era adolescente, estaba en un punto realmente bueno. Después, en la veintena, perdí el control. Muchas cosas cambiaron, y sentí cómo la máscara protectora que me había construido quedaba totalmente destrozada. La estructura de mi vida cambió tanto que no sabía cómo relacionarme con esa nueva versión de mí misma", explicaba acerca de uno de los momentos más confusos de su existencia.
"Me han pasado muchas cosas en los últimos 10 años, unas positivas y otras no tanto. Resulta extraño cómo cumplir los 30 cristaliza tu vida; en lugar de vivir los sueños de juventud, disfrutar de un trabajo que adoro y hacer amigos, realmente pienso ¿es esto es lo que quiero como adulto?", reflexionaba ante su amiga.
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