Windsor, así es la pequeña ciudad en la que viven Kate y Guillermo
A orillas del Támesis, una corta y agradable excursión en tren desde Londres acerca a esta localidad que es mucho más que su monumental castillo, el más antiguo y grande del mundo, y donde la huella de la Casa Real británica siempre está presente
Windsor siempre ha sido un lugar especial para la Familia Real británica, pues en esta pequeña ciudad del condado de Berkshire está una de sus residencias oficiales, la preferida de la reina Isabel II y en la que descansa eternamente: el castillo de Windsor. En ella también se encuentra Adelaide Cottage, la coqueta vivienda en la que viven desde hace dos años el príncipe Guillermo, junto a su mujer Kate y sus tres hijos, y en la que la Princesa de Gales se recupera tras someterse a una cirugía abdominal. Se trata de una preciosa propiedad del siglo XIX ubicada en Home Park (arriba, en la imagen) que debe su nombre a su primera inquilina, la reina Adelaida de Sajonia-Meinngen, esposa de Guillermo IV, que los príncipes convirtieron en su hogar.
Son muchos más los atractivos de esta ciudad a orillas del Támesis a la que muchos se acercan a pasar el día, porque queda muy cerca de Londres. El corto trayecto en tren desde la estación de Paddington dura poco más de media hora, sin embargo, al poco de dejar atrás la capital británica, uno parece encontrarse en el corazón de la campiña inglesa.
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EL CASTILLO DE WINDSOR
Cualquier visita a Windsor debe empezar por su fortaleza, el castillo habitado más grande y antiguo del mundo. Ocupa más de 5 hectáreas y ha sido residencia oficial de hasta ¡40 monarcas!, lo que ha ido ampliando y modificando su interior. La visita (rct.uk/visit/windsor-castle) permite descubrir los Apartamentos de Estado y las magníficas salas decoradas con piezas de la colección real y obras de grandes artistas como Rubens y Rembrandt. Entre sus edificaciones, una de las más curiosas es una casita de muñecas de 1921, una réplica en miniatura de una casa de la aristocracia de la época. Y, sobre todo, la impresionante capilla de san Jorge, donde Harry y Meghan se dieron el sí quiero y donde hace unas semanas se honró a Constantino de Grecia al cumplirse un año de su fallecimiento, uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica de Inglaterra.
Al igual que en el palacio de Buckingham, en Windsor también se celebra la ceremonia del cambio de guardia. Tiene lugar a las 11 de la mañana los martes, jueves y sábados.
WINDSOR GREAT PARK
Bosques, praderas, un gran lago, extensos jardines y residencias históricas se reparten por este gran parque real de casi 2000 hectáreas con magníficas vistas al castillo de Windsor. En sus orígenes era un terreno privado de la monarquía británica que lo utilizaba para sus cacerías, hoy es un lugar de ocio y paseo que cambia con las estaciones donde observar a los ciervos en los prados, caminar por sus numerosos senderos, visitar las colecciones botánicas de Savill Garden –como la rosaleda inaugurada por la reina Isabel II–, o unirse a un recorrido en coche de caballos por la famosa y larga avenida arbolada Long Walk.
Como Adelaide Cottage, la mansión de los Príncipes de Gales, otra de las históricas casas de campo que se encuentran en Windsor Home Park es la finca Frogmore, en la que han vivido varios miembros de la Familia Real británica, entre ellos la reina Charlotte o el futuro rey Jorge V. En 2018 se restauró para convertirse en el hogar de los duques de Sussex, aunque finalmente se asentaron en una de las alas de la casa, Frogmore Cottage, antes de mudarse a Los Ángeles.
PASEOS POR EL CENTRO
Caminando por las calles del casco viejo de Windsor se van descubriendo escaparates y pubs de lo más british, museos como el Windsor & Royal Borough (windsormuseum.org.uk), que explora la historia de la ciudad y el condado de Berkshire, el histórico Theatre Royal Windsor (theatreroyalwindsor.co.uk), ubicado junto al castillo, y Queen Charlotte Street, la calle más corta de la ciudad… ¡y de todo el Reino Unido! Tiene poco más de 15 metros y se encuentra al lado de The Crooked House (la Casa Torcida, en la imagen), un singular edificio del Windsor Meat Market que ha llegado a acoger desde una floristería a todo tipo de negocios.
DE COMPRAS
Visita obligada en esta ciudad para las compras es Windsor Royal Station (windsorroyalstation.co.uk), donde la antigua estación de tren victoriana construida en la década de 1850 ha sido reconvertida en un espacio moderno en el que pasarse unas horas entretenido, porque en él abren sus puertas tiendas, galerías de arte, cafés y restaurantes.
Si se busca algo más auténtico, en Home Park está Windsor Farm Shop (windsorfarmshop.co.uk), una tienda donde venden productos de origen local y de la finca real. La idea fue del Duque de Edimburgo, con el objetivo de apoyar a los pequeños proveedores locales y en ella, además de comprar ternera, cerdo, leche, mantequilla, nata o pasteles salados y dulces que elaboran en su obrador, también se pueden degustar algunas de las especialidades en la cafetería, ideal también para tomar un té, que, por cierto, se inventó en esta ciudad.
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PASEOS FLUVIALES POR EL TÁMESIS
Para admirar Windsor desde otro punto de vista hay que subirse a uno de los barcos turísticos que navegan por el Támesis y dar un paseo fluvial contemplando el castillo, Mill House, el Hipódromo o Brocas Meadows, además de Eton Collage. Se puede contratar con Civitatis (civitatis.com) y cuestan 14 €. Una travesía de 40 minutos que los más aventureros preferirán hacer en hacer en canoa o kayak (canoeandkayakadventures.co.uk).
COMIDA CON ESTRELLAS
La gastronomía con mayúsculas se degusta en Windsor de la mano del célebre chef Alain Roux en Waterside Inn (waterside-inn.co.uk), a orillas del Támesis. El lujo está en su vajilla y cristalería, en el servicio, en los ingredientes de sus platos y en la excelencia culinaria, que se conjugan para ofrecer una experiencia gastronómica verdaderamente memorable. Ahí están sus tres estrellas en la Guía Michelin que lo avalan. Sus menús incluyen todos los clásicos franceses, desde el conejo a la langosta, y siempre hay un soufflé de primera clase de postre.
Y MUY CERCA:
ETON COLLEGE
A 10 minutos a las afueras de Windsor se puede visitar una institución de la talla de Eton, el colegio más elitista del mundo. Situado en la otra orilla del Támesis, con casi seis siglos de existencia, ha servido como cantera de una larga lista de intelectuales, científicos y royals, como el mismo Príncipe Guillermo. Durante la temporada de verano –entre los meses de mayo y septiembre–, desde la oficina turismo de Windsor organizan visitas guiadas que recorren el patio, la capilla de la universidad o el Museo Eton Life (collections.etoncollege.com), y así conocer la historia de esta prestigiosa escuela fundada en 1440 y la vida cotidiana de sus afortunados estudiantes.
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HIPÓDROMO DE ASCOT
No hay mejor lugar para codearte con la crème de la crème de la sociedad británica que el hipódromo de Ascot (ascot.com), que alberga una de las carreras de caballos más prestigiosas del mundo. Fundado en 1711 por la reina Ana, quien salía a montar a caballo desde Windsor, encontró en este lugar el terreno ideal para que los caballos galopasen a toda velocidad. Desde entonces, cada año durante las carreras reciben a cientos de elegantes visitantes convertido en uno de los eventos sociales más importantes del Reino Unido, en el que los asistentes exhiben sus mejores galas junto con espectaculares pamelas y sombreros. En 2024 se celebran entre el 18 y el 22 de junio
LEGOLAND WINDSOR RESORT
Construidas con esas pequeñas fichitas de colores que han estado presentes en la infancia de todos se ha creado en este parque de Legoland recreaciones de algunos de los iconos arquitectónicos mundiales, entre los que se encuentran lugares tan emblemáticos de Reino Unido como la catedral de San Pablo de Londres, el castillo de Edimburgo o el London Eye. Y, por supuesto, no faltan montañas rusas ni atracciones acuáticas, como Viking’s River Splash o Pirates Landing (legoland.co.uk).