Bodegas, pueblos y senderos, tres motivos para visitar ahora la Sierra de Francia
Existen territorios que parecen haber nacido para guardar secretos, y este es uno de ellos. Entre sus bosques, viñedos y pueblos encantadores, como Mogarraz o La Alberca, se ocultan senderos prodigiosos y bodegas donde la uva rufete es la protagonista. Una escapada de fin de semana por esta sierra de la provincia de Salamanca es una excusa perfecta para desconectar
Santuario de la Peña de Francia, de principios del siglo XV y ubicado a más de 1700 metros de altitud.
Crucero de piedra en el centro de la plaza Mayor de La Alberca, con sus bellas balconadas repletas de flores.
Mogarraz es conocido como ‘el pueblo de las caras pintadas’ por sus más de 800 reatratos en las fachadas de sus casas.
Contemplando la obra de del artista Alfredo Omaña en el Camino de los Prodigios de la Sierra de Francia.
El Camino del Agua, entre Mogarraz y Monforte de la Sierra. La obra de arte ‘Serena’ se encuentra junto al puente de Monforte.
La villa de Mogarraz es una de las más auténticas de esta sierra salmantina, con sus casas de entramados de madera muy al estilo francés.
La Alberca es, de todos los pueblos de la Sierra de Francia, el más conocido y visitado, con su arquitectura serrana y sus tradiciones que se mantienen vivas desde hace siglos.
Bodegón en el restaurante Albada en Miranda del Castañar.
Vista panorámica de Miranda del Castañar.
La visita a la Bodega Cámbrico forma parte de la ruta enoturística por la Sierra de Francia.
Viñedos de la Bodega Cámbrico, donde la uva rufete es la auténtica protagonista dentro de la DOP Sierra de Salamanca.
Una ruta por los lagares que se encuentran en el entorno de San Esteban de la Sierra nos permite adentrarnos en la historia del vino y en la naturaleza.