Más allá de la Royal Mile y del histórico castillo de la capital escocesa, de los míticos pubs y de las vistas desde Calton Hill, existe un oasis de paz que tienta a escapar del ajetreo del centro para disfrutar de paseos en plena naturaleza. En paralelo al río más famoso de Escocia se camina para descubrir la cara más sorprendente de su capital.