Santander a la hora del vermut, la ruta de los pinchos más ricos
La ciudad con una de las bahías más bonitas del mundo (hay un club que lo certifica) es también una de las grandes mecas para el arte del tapeo. De cara al mar o por las elegantes callejuelas de su casco viejo, aquí el aperitivo consiste en re-degustar grandes clásicos como las rabas o las anchoas, pero también en descubrir muchas sorpresas.
Santander, una de las ciudades con las bahías más bonitas del mundo.
No hay mejor pincho de tortilla en la ciudad que el que se degusta en el Café Botín.
Terraza del Café Botín, en el Centro Botín, el edificio más futurista de la ciudad.
Cocina del restaurante Cañadío, un clásico en Santander que gracias a su éxito ha abierto sucursal también en Madrid.
Ubicado en la plaza Cañadío, llena de terrazas, es una zona excelente para ir de pinchos, y los de este local están entre los mejores de la ciudad.
Legendaria vermutería Solórzano, una taberna auténtica en Santander.
Deliciosas croquetas de Días de Sur en el barrio del Ensanche.
Legendario local de Bodegas El Riojano con sus famosísimos pinchos.
¿Sobaos o quesada? Imposible salir de Cantabria sin haber degustado sus dulces de fama internacional.