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Playa de Cofete, con sus inabarcables 14 kilómetros de longitud.

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Casa-museo de Unamuno, en Puerto del Rosario.

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En el pueblo de Tefía se encuentra el Ecomuseo de La Alcogida, un singular espacio compuesto por un poblado tradicional de siete viviendas majoreras, en las que se reconstruye la forma de vida de los habitantes de la isla hasta los años 70 del siglo pasado.

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Icono de la identidad majorera son sus molinos, introducidos en la isla en el siglo XVIII, en los que se molían cereales y se producía la harina con la que se elabora el célebre gofio. En la imagen, los de Villaverde, en La Oliva, algunos de los mejor conservados de Fuerteventura.

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Dunas de Corralejo, un océano infinito de arena.

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El islote de Lobos tiene su origen en el Pleistoceno, y aunque de dimensiones reducidas, posee una riqueza natural sorprendente.

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Las Cuevas de Ajuy han sido creadas por la incansable fuerza de las olas.

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Formaciones rocosas junto a la playa de Ajuy.

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Tras dejar atrás la localidad costera de Morro Jable, llena de hoteles y turistas, la carretera se transforma en una pista de tierra en dirección al mirador de Cofete.

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Playa de Jandía, en el sur de Fuerteventura.

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