Días de Ribeiro en la encantadora Ribadavia
A un paso de la desembocadura del río Avia en el Miño y en el fondo de un fértil y aterrazado valle se descubre el bien conservado entramado urbano de Ribadavia. En sus empedradas rúas todavía resuenan los ecos de su importante judería y del secular trasiego del muy apreciado vino Ribeiro.
Castillo de los condes de Ribadavia, una de las mayores fortalezas medievales de Galicia.
Parroquia de San Xés, que en su origenh pertenecía al castillo de los condes de Ribadavia hasta que se trasladó a su ubicación actual.
Iglesia y convento de Santo Domingo.
Porta Nova de la muralla, en torno a la que crece el barrio judío de la localidad.
Rúas empedradas, soportales... esta villa orensana aún conserva el encanto medieval en su bien conservado casco urbano.
Capilla visigótica de San Xes de Francelos. Una curiosa obra de arte prerrománica a las afueras de la localidad. De influencia asturiana, lo más destacable es la delicada celosía situada junto a un arco de herradura, elementos casi insólitos en Galicia.
Característicos viñedos de la zona escalonados en terrazas.