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Algunas de las playas más bellas y solitarias de España, coloridos campos de cultivos, castillos soberbios santuarios excavados en la roca, formaciones geológicas de formas caprichosas… Todavía nos queda mucho por ver en esta región, y todo ¡nos va a sorprender!

CASTILLO DE LORCA

La seña de identidad de la «Ciudad del Sol» es este castillo que fue clave en los límites entre el reino nazarí de Granada y la Corona de Castilla. Si damos un paseo por su interior descubriremos sus murallas, caballerizas, aljibes, la torre del Espolón, la Alfonsina o la sinagoga judía. A sus pies, un casco antiguo con empaque de arquitectura barroca agrupado en torno a la plaza de España.

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CALBLANQUE

Algunas de las playas más bellas y solitarias de España se encuentran en el Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila. La mayor de todas, lo dice su nombre: Playa Larga. Además de para bañarnos, este entorno es ideal para hacer senderismo entre dunas, antiguas salinas, calas acantiladas y tramos de vegetación donde crece la preciada sabina mora. El sendero del mirador de Punta Negra va descubriendo todo ello.

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CARTAGENA

Pocas ciudades españolas bañadas por el Mediterráneo han sido tan loadas y deseadas como esta con 2500 años de historia a sus espaldas que hoy se muestra una vez más renovada y con mucho por descubrir. Para viajar en el tiempo lugares como el Teatro romano (en la imagen), la muralla púnica, las termas del barrio del foro o el vanguardista Museo Nacional de Arqueología Submarina (ARQUA), en el puerto.

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CIEZA

Miles de flores rosas inundan a finales del invierno los campos de esta localidad que es el mayor productor de melocotón de Europa, las cuales contrastan vivamente con las blancas de los albaricoqueros y ciruelos, y con el verde de los demás cultivos, pintando unos paisajes difíciles de creer. Mientras ese momento llega, este paisaje de la Vega Alta del Segura se brinda para descubrir sus restos arqueológicos, cuevas prehistóricas y herencias moriscas.

Más para descubrir este valle: La floración de los frutales de Cieza (o cómo ver Murcia de color de rosa)

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CALASPARRA

De Calasparra, el arroz, el primero con DO de nuestro país. Pero también el santuario de Nuestra Señora de la Esperanza (en la imagen, santuariovirgenesperanza.com), la patrona, excavado en la roca y junto al río Segura; sus cuevas con pinturas rupestres, declaradas Patrimonio de la Humanidad, sus yacimientos y el cañón de Almadenes.

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CAÑÓN DE ALMADENES

Entre Cieza y Calasparra se abre un cañón espectacular a más de 150 metros de profundidad, donde el río Quípar se une al Segura. Si en una de sus vertiginosas paredes descubrimos la cueva de la Serreta, joya del arte rupestre levantino, las aguas verdes y rugidoras del río Segura se pueden recorrer haciendo rafting o en kayak durante una apasionante aventura.

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CUATRO CALAS

La erosión del mar y el viento en los afloramientos volcánicos ha creado en Águilas, en el límite de Murcia y Almería, un singular paisaje lunar de increíble belleza. Las estructuras geológicas de este pequeño reducto protegido del Mediterráneo que se extiende por las calas de Calarreona, la Higuerica, la Carolina y los Cocedores (en la imagen) muestran formas de lo más curiosas y extrañas de color amarillento que podemos descubrir en un itinerario circular de cala en cala, atravesando vegetación autóctona, restos de fósiles marinos y los cocedores donde antiguamente se maceraba el esparto.

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CARAVACA DE LA CRUZ

Resuelta curioso que este pequeña y monumental ciudad murciana tenga un lazo de unión con Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela. Es el privilegio de su Año Jubilar in perpetuum, que tiene como foco el santuario de la Santísima y Vera Cruz, en torno al cual gira la historia y el sentir popular de Caravaca. Desde lo alto del cerro en el que se levanta se admiran los restos de su castillo y muralla y el mar de tejas de adobe de su casco viejo, adornado con palacetes, iglesias, museos y casas blasonadas.

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EROSIONES DE BOLNUEVO

La postal más sorprendente de la bahía de Mazarrón hace volar la imaginación frente al mar. Son las erosiones de Bolnuevo, frante a la playa del mismo nombre, un mágico y peculiar paisaje donde la arenisca ha sido modelada de forma caprichosa por el viento y el agua a lo largo de millones de años.

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CABO DE PALOS

Un faro de 51 metros de altura ilumina desde 1865 este cabo y las aguas de la reserva marina de las Islas Hormigas, cuyos fondos son un paraíso para los buceadores. Pero Cabo de Palos también invita a sentarse a comer en alguno de los restaurantes de su puerto pesquero, palpar el ambiente de la plaza de la Virgen del Mar, caminar por los paseos de la Barra y Zeneta, ir en busca de esos acantilados a cuyos pies se abren encantadoras calas o bañarnos en playas como la de Levante o la colindante isla del Pato.

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SIERRA ESPUÑA

Con la masa arbórea más extensa de toda la región, Sierra Espuña es un lugar de pura naturaleza y gran riqueza ambiental. Un macizo montañoso que ofrece multitud de experiencias, desde rutas senderistas hasta observación de aves. Para no perdernos, los Pozos de la Nieve, la ermita de la Santa y el valle del Leiva.

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