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MARAVILLAS DESDE MI PANTALLA /  27

Desde el monte Brè o desde el monte San Salvatore, el Pan de Ázucar suizo que preside como el de Brasil una hermosa bahía, se admira la mejor vista de esta encantadora ciudad a orillas del lago al que da nombre. Un rincón de la Suiza italoparlante que tiene mucho de pequeña ciudad mediterránea, por su clima suave, con jardines y parques donde crecen camelias y magnolias, y las montañas como telón de fondo. Pero de Lugano también maravilla su casco antiguo con edificios de estilo lombardo, sus terrazas donde tomar un café italiano, sus plazas con arcadas, su elegante Via Nassa, el paseo ribereño y sus museos exclusivos, que de arte sabe, y mucho. Todo parece conjugado para ill dolce far niente, que es lo mismo que decir la vida hay que disfrutarla.

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SABÍAS QUÉ…

En el cantón suizo del Tesino, la región a la que pertenece Lugano, viven unas 400.000 personas cuyo idioma materno es la lengua de Dante. Muchos consideran esta región un pedazo de Italia en territorio suizo.

Villa Favorita, la antigua residencia de los barones Thyssen, se asoma a las aguas del lago de Lugano.

Ya en el año 1200, los peregrinos subían al monte San Salvatore a pie para honrar al hijo de Dios, quien, según una antigua leyenda, en su ascensión al cielo hizo aquí una breve parada. Desde 1890 esta peregrinación es más fácil gracias al funicular que sale de Paradiso y salva los 600 metros de altura hasta la cima.

La iglesia de Santa Maria degli Angioli, que pertenecía antaño a un monasterio franciscano, luce el fresco más famoso del renacimiento en Suiza, pues cubre una pared entera de la nave de la iglesia. Una obra de Bernardino Luini de 1529, discípulo de Leonardo da Vinci.

La confitería Vanini vende chocolate suizo desde 1871, pero también panetones, uno de los dulces italianos más famosos.

Lugano es el tercer centro financiero del país, con más de 70 instituciones bancarias diferentes, y cuenta con una excepcional calidad de vida.

La ciudad turística de Campione de Italia, en el lago de Lugano, es una auténtica anomalía de la geografía europea, pues se trata de un enclave italiano establecido dentro de las fronteras de Suiza.

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IMPRESCINDIBLES

Pasear tranquilamente por su casco antiguo, cerrado al tráfico, haciendo parada en la catedral lombarda de San Lorenzo o en la iglesia renacentista de Santa Maria degli Angioli, para admirar sus impresionantes frescos. Y por supuesto, en algunas de sus plazas con arcadas cuajadas de terrazas, especialmente la piazza Riforma, la más animada.

Subir en funicular a los montes Breé y San Salvatore, que enmarcan la bahía, para contemplar las espectaculares panorámicas. Desde el primero se puede descender por un sendero hasta el pintoresco pueblo del mismo nombre.

Dar un paseo en barca por el lago para admirar las vistas y hacer parada en los principales puntos de interés tanto en suelo suizo o italiano, entre ellas el encantador pueblo de pescadores de Gandria, arrimado a las escarpadas laderas del monte Brè, o Morcote.

Tomarte un tiempo para un café italiano en el Gabbani o en el Grand Café Al Porto, toda una institución.

Caminar por el Parco Civico Ciani, un precioso parque a orillas del lago, y llegar hasta el jardín Belvedere, adornado con numerosas plantas subtropicales y obras de arte modernas.

En Lugano, el arte ocupa un importante lugar y para empaparse de él, nada como visitar el Museo Cantonale d'Arte, donde se exponen cuadros de Klee, Jawlensky, Renoir y Degas; la Vila Ciani o la EGO Gallery. Quien tenga más «hambre» de arte, doble ración en el restaurante Arté al Lago, de la Villa Castagnola, con buenos cuadros, esculturas y la fama del chef Frank Oerthle. La Banca BSI, el Palazzo Ransila son ejemplo arquitectónico.

Y para relajarse, la zona de baño Lido Riva Caccia, donde darse un chapuzón en el lago o practicar yoga los sábados por la mañana.

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MUY PRÁCTICO

Lugano está a unos 40 kilómetros del aeropuerto de Milán Malpensa, conectado con diferentes ciudades españolas en vuelo directo. Desde él se puede llegar en autobús o tren.

Suiza no es miembro de la Unión Europea, su moneda es el franco suizo, pero prácticamente en todos los lugares se puede pagar en euros, aunque el cambio lo recibirás en CHF.

La cocina de Ticino es muy similar a la de la región de Lombardía, donde abunda el pescado del lago de Lugano y la polenta, una crema de harina de maíz que sirve de acompañamiento, como también los vinos del Ticino de variedad Merlot.

VISITA VIRTUAL

Puedes disfrutar desde un punto de vista privilegiado de los encantos de Lugano y el lago en este tour virtual: https://grandtour.myswitzerland.com/es/lug/

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