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MARAVILLAS DESDE MI PANTALLA / 21

La capital del Imperio del Sol Naciente hasta principios del siglo XVII ha concebido siempre sus jardines como obras de arte. Y es que, a diferencia de los europeos, los japoneses no están diseñados para pasear o jugar en ellos, sino para ser admirados. De entre todos ellos son únicos los de Daisen-in, en el templo de Daitokuji, de los jardines secos más famosos de la ciudad; los del templo zen Nanzenji, levantado a los pies de las colinas orientales con un asombroso jardín de piedra, o el jardín del templo de Ryoanji, el más antiguo de estilo karesansui que se conserva. Junto a este estilo destacan otros dos, el tsukiyama, donde piedra, agua y vegetación pretenden reproducir en miniatura el universo y el chanjwa, que es el que se encuentra, frecuentemente, junto a las casas en las que se realiza la ceremonia del té.

Recorrer estos espacios es sumergirse en un viaje al pasado, ahondar en una cultura milenaria con cientos de matices e historias, entrar en un estado de relajación casi impensable para aquellos que viven sumidos en el estrés constante de las ciudades y una experiencia única cuando florecen sus cerezos en primavera.

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SABÍAS QUE…

Se dice que las piedras dispuestas a la vista de la terraza del templo de Ryoanji (en la imagen) son el camino a la iluminación para aquellos que logren verlas todas desde una misma posición de meditación.

En el jardín del templo budista de Saihoji, que también se conoce como Koke-dera (templo musgo) se pueden encontrar más de 120 especies diferentes de musgo.

La ubicación de Kioto fue dispuesta hace más de 1200 años siguiendo los cálculos de los geomantes, es decir, los principios del feng-shui.

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IMPRESCINDIBLES

El templo de Kinkakuji, con su pabellón forrado de pan de oro levantado sobre las aguas y en las que se refleja de forma mágica, constituye una de las imágenes más icónicas de Kioto (en la imagen).

No hay que perderse tampoco los templos de Kiyomizudera, Kodaiji, Sanjusangendo, Daitokuji.

El castillo Nijo, rodeado de fosos y muros de piedra, lo forman varios edificios, como el palacio de Ninomaru, fortificaciones y bellos jardines.

Conocer Gion, el barrio tradicional de las geishas, toda una institución aún hoy en Kyoto.

Disfrutar de una ceremonia japonesa del té con geishas. En ella descubrirás las particularidades de esta milenaria infusión y la relación que tiene este ritual con la escuela budista zen. Puedes contratar la experiencia en diferentes agencias y turoperadoras. 

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MUY PRÁCTICO

No hay vuelos directos Madrid–Kioto. Los hay con una escala en otra ciudad europea desde unos 500 €. Para entrar en el país solo es necesario tener el pasaporte en vigor.

La mejor época para visitar Japón y sus jardines es en primavera, para admirar en todo su esplendor la floración de los cerezos.  

Para visitar algunos jardines, como el del templo de Ryoanji, hay que solicitar una reserva con antelación. Puedes gestionarlo directamente con el hotel en el que te vayas a hospedar.

Lo mejor para descubrir los imprescindibles de Kyoto es reservar un tour en español con un guía local. Los encontrarás desde 70 € por persona, precio que incluye las entradas a los diferentes recintos. 

VISITA VIRTUAL

Para aquellos que deseen descubrir Kioto desde la comodidad del sofá pueden hacerlo a través de esta página 360-panorama.org/kyoto_ui/, aquí podrás organizar una visita guiada templo por templo y admirar los maravillosos jardines que los rodean.

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