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En las riberas del Danubio y el Sava se concentran ¡2000! restaurantes, bares de copas, splavovi y discotecas flotantes.

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Al barrio Skadarlija se le compara con el Montmartre parisino.

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Skadarlija, el barrio bohemio de Belgrado.

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La calle Knez Mikhailova, la arteria principal de la ciudad, está llena de cafés, restaurantes, tiendas y los edificios más significativos de la ciudad en su kilómetro de longitud.

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Especialidades de la cocina serbia.

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Una de las seis puertas de acceso que dan acceso al parque de la fortaleza de Kalamegdan.

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Ceremonia ortodoxa en la cripta de la iglesia de San Sava, cubierta de mosaicos.

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El Museo Nacional de Belgrado, el más importante del país, acoge obras maestras de pintura, arqueología, arte medieval, moderno, numismática... 

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Restaurante Kalemegdanska Terasa, con unas vistas extraordinarias desde su terraza.

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Restaurante en el río.

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La decoración del restaurante Lorenzo Kakalamba no puede ser más sorprendente.

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Entre los muros de la fortaleza de Belgrado hay bonitos paseos, estatuas –entre ellas el monumento a Víctor, todo un símbolo de la ciudad–, restos romanos, cañones, puentes, un observatorio, un par de templos, un zoo y un museo militar al aire libre. 

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