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CUENCA CIUDAD

Cuenca es algo más que sus espectaculares Casas Colgadas. En esta ciudad Patrimonio de la Humanidad encaramada en lo alto de un promontorio abrazado por las hoces de los ríos Huécar y Júcar hay otras paradas de obligada visita. Empezando por el Puente de San Pablo, con increíbles vistas del entorno natural y del antiguo convento de los Dominicos, convertido hoy día en Parador. Por supuesto, la plaza Mayor, donde se levanta la catedral gótica de Santa María y San Julián y el edificio barroco del ayuntamiento. Y la Torre Mangana, edificada sobre un alcázar árabe. Miradores no faltan, entre los que destacan el del barrio del Castillo, situado en un saliente del acantilado que da a la hoz del Huécar.

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NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO

En el Parque Natural de la Serranía de Cuenca y sobre la muela de San Felipe, el río Cuervo regala un auténtico espectáculo de la naturaleza nada más nacer, el de una espectacular cascada tobácea por la que se desploman sus aguas. Una ruta circular de 1,5 kilómetros permite observar tanto las cascadas como el nacimiento. Otras dos rutas senderistas por el entorno son el sendero de la Turbera y el del Pinar.  

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MONASTERIO DE UCLÉS

Construido por la Orden de Santiago en la cumbre de una empinada colina, sobre un cerro bañado por el río Bedija, está el monasterio de Uclés, conocido como «El Escorial de La Mancha». Una grandiosa obra que aúna diferentes estilos arquitectónicos, como la puerta de origen churrigueresco, el ala este plateresco o la iglesia de estilo herreriano, en la que descansan los restos del poeta Jorge Manrique.  

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LAS TORCAS Y LAGUNAS DE LA SERRANÍA

Hace aproximadamente 80 millones de años, a consecuencia de la acción de las aguas carbónicas en las rocas calizas de la serranía de Cuenca, se formaron unos grandes agujeros que hoy conocemos como torcas. A menos de 15 minutos en coche de la ciudad, una ruta senderista permite admirar este espectáculo natural. Entre las 20 torcas de Palancares destacan las del Lobo, del Agua o de la Novia. También en la serranía se encuentran las 7 lagunas de Cañada del Hoyo, famosas por sus cambios de color pasando, como la de La Gitana o la del Tejo.

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ALARCÓN Y LAS HOCES DEL JÚCAR

En una pronunciada hoz del río Júcar, la pequeña villa medieval de Alarcón derrocha encanto y regala unas vistas privilegiadas. En lo más alto, un castillo de origen árabe –hoy Parador– y en su corazón, la iglesia de Santo Domingo de Silos y la de San Juan Bautista, con unas maravillosas pinturas murales de Jesús Mateo.

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CIUDAD ENCANTADA

En la localidad de Valdecabras, en el corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, está el que es uno de los parajes más singulares de España, modelado por el paso del tiempo. Su origen se remonta a hace 90 millones de años, cuando el mar de Thetis se retiró dejando al descubierto su lecho marino compuesto por piedra caliza. La visita a este entorno natural se puede hacer en un recorrido circular de unos 3 kilómetros mientras se van descubriendo las peculiares formas de sus rocas.

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SEGÓBRIGA

El que en su origen fue un castro celtíbero, hasta que en el año 200 a.C. fue conquistado por los romanos, es hoy un destacado parque arqueológico. De este centro cultural, administrativo y minero –el lapis specularis abunda en las minas de la zona se conservan, en buen estado, restos de sus termas, el anfiteatro, el circo, la acrópolis, el foro, diferentes templos y el acueducto, entre otras cosas. Fue también su situación estratégica, localizada en el cerro Cabeza de Griego, causa de su monumentalidad.

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