1/10 © Gtresonline

CRUZAR LAS PUERTAS DE LA CIUDAD VIEJA

Entre las 8 puertas de entrada por las que se accede a la Ciudad Vieja –una de ellas sellada mientras se espera la llegada del Mesías–, destacan 2: la de Jaffa y la de Damasco. La primera es una de las más transitadas y cuenta con acceso directo a los barrios cristiano y judío. Situada en la parte occidental, en la antigüedad era el punto que comunicaba la ciudad con el puerto de Jaffa y, por extensión, con los peregrinos que llegaban de Europa. Por la de Damasco se entra al zoco del barrio musulmán y es la más imponente por sus dos grandes torres.  

2/10 © Getty Images

ADMIRAR LA CÚPULA DE LA ROCA

Desde el Muro de las Lamentaciones se accede a la explanada de las mezquitas, que acoge la mezquita de Al-Aqsa (no es visitable) y la de la Cúpula de la Roca, un bellísimo monumento islámico que resalta por su cúpula dorada y su fachada revestida de azulejos de colores. Desde este lugar se cree que Mahoma ascendió a los cielos para reunirse con Dios, de ahí que sea el tercer templo sagrado más importante del Islam, tras La Meca y Medina.

3/10 © Rocío Jiménez

COLONIA DE LOS ARTISTAS

Y, para terminar, puedes optar por pasar por la colonia de los artistas Hutzot Hayotzer, lugar en el que tradición y arte se dan la mano. Establecido en 1967 a los pies de la puerta de Jaffa, la colonia alberga la obra de diferentes pintores, fotógrafos, escultores, artesanos... donde además de admirar sus obras, también se puede charlar con los artistas y comprar algunas de sus piezas.

4/10 © Rocío Jiménez

VISITAR LA IGLESIA DEL SANTO SEPULCRO

Situada en el corazón de la Ciudad Vieja, es el lugar más sagrado para los cristianos, porque se levanta en el monte del Gólgota, el lugar en el que Jesús fue crucificado, sepultado y resucitó. Entre sus rincones, custodiados por diferentes confesiones, destaca la capilla de la Crucifixión, la del Calvario, la piedra de la Unción y, en el centro del templo se levanta el Edículo, la pequeña cámara funeraria en la que se cree fue enterrado Jesús.  

5/10 © Rocío Jiménez

DEJAR UN DESEO EN EL MURO DE LAS LAMENTACIONES

Convertido en un símbolo de esperanza para el pueblo judío, los 60 metros de muro que se conservan en la actualidad son los restos de uno de los cuatro que se construyeron alrededor del monte Moriá y protegía el Segundo Templo de Jerusalén. El Muro preside una gran plaza dividida en dos partes que separa, durante sus rezos, a hombres y mujeres. Entre sus grietas podrás dejar tus peticiones y plegarias.

Nota: Si quieres sacar fotografías no acudas en sabbat, día de rezos sagrados en el que están totalmente prohibidas las cámaras.

6/10 © Rocío Jiménez

PASEAR POR LA VÍA DOLOROSA

Pese a estar ubicada en el barrio musulmán, la Vía Dolorosa es el lugar más transitado por los cristianos de todo el mundo, pues es el recorrido que hizo Jesús antes de ser crucificado. Comienza en la puerta de los Leones y lo largo de su recorrido se recuerda, en 14 estaciones, el camino de Jesús a la cruz, hasta llegar a la iglesia del Santo Sepulcro.

7/10 © Shutterstock

EL CENÁCULO Y LA TUMBA DE DAVID

Fuera de los muros de la Ciudad Vieja, en el monte Sion, se encuentra uno de los lugares más enigmáticos de Jerusalén. Atravesando el patio de la Yeshiva judía (centro de estudios de la Torá y el Talmud) se encuentra el edificio que alberga el Cenáculo, el lugar de la Última Cena. Se trata de una habitación austera que ni siquiera cuenta con alusiones al pasaje bíblico. Resulta curioso que justo en el piso de abajo se encuentre la tumba del Rey David.

8/10 © iStock

ACERCARTE A LA IGLESIA DE SAN PEDRO GALLICANTU

A las afueras de la Ciudad Vieja y en la ladera del monte Sion se descubre este templo que hace referencia al pasaje bíblico de la triple negación de Pedro a Jesús: «Antes de que el gallo cante dos veces, me negarás tres». En su interior destaca su techo, presidido por una enorme ventana en forma de cruz con diferentes colores.

9/10 © Rocío Jiménez

CIUDAD DE DAVID

Bajo el barrio árabe de Wadi Hilweh, al sur de las murallas de la Ciudad Vieja, se descubre la Ciudad de David, origen de Jerusalén. Es la zona con mayor actividad arqueológica de la ciudad, donde podrás encontrar la piscina de Siloé (lugar al que Jesús mandó a un hombre ciego de nacimiento a curarse), la Acrópolis real, un túnel subterráneo de 700 m que conduce hasta el Muro de las Lamentaciones y otros escenarios bíblicos.

10/10 © Rocío Jiménez

SUBIR AL MONTE DE LOS OLIVOS

El Monte de los Olivos ofrece, desde el cementerio de los judíos, una de las mejores vistas de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Pero no solo es la panorámica,  de este impresionante mirador lo que se viene a ver aquí, también la basílica de Getsemaní, donde se custodia la roca en la que Jesús oró después de la Última Cena. Muy cerca de aquí, otra parada imprescindible, el sepulcro de la Virgen María.

Más sobre: