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En tu recorrido por la calles de Tübingen podrás encontrar las típicas casas de colores con tejados en pico propias del país germano.

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Cuando el tiempo lo permite el río Neckar, a su paso por Tübingen, se llena de sotckerkähne o lo que es lo mismo góndolas con turistas y universitarios que aprovechan para disfrutar de un relajante paseo.

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En la Markplatz lo que llamará tu atención es el edificio del ayuntamiento, una obra de arte en sí misma que además incluye un reloj astronómico fabricado por Johannes Stöffer.

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Si paseas a orillas del Neckar podrás observar a cientos de estudiantes disfrutando de una buena cerveza mientras charlan sentados en el muro.

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Siendo la ciudad más joven de Alemania es normal ver en sus calles cientos de bicicletas, medio de transporte elegido por los estudiantes para recorrer esta hermosa ciudad.

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La Torre Hölderin, llamativa por su fachada amarilla, alberga un museo dedicado al poeta romántico que le da nombre.

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