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ATENAS

Solo por conocer el conjunto monumental de la Acrópolis, que se alza en lo más alto de la roca sagrada, la caótica y profundamente mediterránea capital griega merece una escapada. Mucho más si este escenario se contempla desde las alturas. Una vez abajo lo que hay que empaparse del arte de vivir de los atenienses, recorrer las tabernas que se abren en las estrechas y tortuosas callejas del barrio de Platja, pisar escenarios como el Ágora Antigua, entrar en el gran Museo de la Acrópolis, ir de tiendas por el elegante barrio de Kolokani, visitar las evocadoras ruinas del templo de Zeus Olímpico o disfrutar de la animada plaza Syntagma, corazón de la ciudad.

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DUBROVNIK

Dubrovnik es, sencillamente una ciudad magnética, en la que hay que perderse sin rumbo por su calle principal, Stradun Placa, toda de mármol, que conduce hasta la Torre del Reloj y pasa por ser una de las más bonitas de Europa. Pero, también, por las callejuelas estrechas que la cortan con sus plantas sobre la escalera y su ropa tendida y llevan a conocer la Ulica Zudioska o judería, la iglesia de San Blas, el Palacio Sponza… Eso sí, nada resulta más romántico que dar un paseo al atardecer desde lo alto de sus murallas. E incluso, más espectacular aún, admirarla a mayor altura.

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LONDRES

La capital británica es un destino para repetir una y otra vez, pues además de sus principales atractivos como el Buckingham Palace, el Parlamento, Trafalgar Square o la National Gallery, Londres siempre desborda vida y nuevos rincones por descubrir para los amantes del shopping y las nuevas tendencias. ¿Y si la próxima vez pruebas a contemplarla con perspectiva?

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MADRID

Madrid es una ciudad en constante movimiento que se adapta al ritmo de cada uno. Y Madrid también es su incesante vida cultural, las tapas, la marcha…. Una urbe cosmopolita que hay que vivirla para disfrutarla, por supuesto, de día y de noche. Con los pies en el suelo y tomando altura.

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PARÍS

La ciudad de la luz tiene razones infinitas para estar en todos los tops mundiales. También en el de ciudades europeas más espectaculares a vista de pájaro. Con perspectiva se aprecian las medidas de su descomunal centro histórico y sus símbolos monumentales como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o sus importantes museos, como el Louvre.

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PRAGA

A vista de pájaro se puede ver cómo Praga está partida en dos por el río Moldava y desgajada en cinco barrios históricos. Pero se mire por donde se mire, la Ciudad de las Cien Torres o la Praga de Oro sabe encandilar con su uniforme inventario de callejas y plazas adornadas de iglesias, cúpulas y palacios, no en vano es Patrimonio de la Humanidad. La catedral San Vito, el castillo, el puente Carlos, la iglesia de Nuestra Señora del Týn o el callejón de Oro son algunos de sus encantos, sin olvidar el Reloj Astronómico.

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ROMA

Es fácil caer rendido ante la belleza que derrocha la ciudad eterna, pero mucho más cuando se contemplan desde las alturas sus más importantes escenarios, como el Coliseo, pero también otros como el barrio del Trastevere, la Fontana di Trevi, la plaza Navona...

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VENECIA

Venecia es de una monumentalidad que sobrecoge. Un laberinto de canales donde se suceden sin tregua palazzos, iglesias y plazas. No hay nada comparable a la Serenissima, la ciudad-estado que los mercaderes de los días de la República engalanaron hasta lo inimaginable haciendo alarde de poderío. Sí, si que lo hay, ver este escenario desde las alturas.

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