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Anda que no hay lugares en España donde se está fresquito en verano. Pero nosotros, urbanitas recalcitrantes, nos empeñamos en visitar Madrid, Córdoba o Sevilla cuando más calor hace. Menos mal que hay oasis para viajeros empecinados, hoteles con piscina en la azotea donde se está tan a gusto a 45 grados, contemplando la Giralda o el Micalet sin salir del agua más que para tomarse un mojito en la tumbona. Menos mal. 

 

EME CATEDRAL (SEVILLA)
La piscina que hay en la azotea del hotel Eme (emecatedralhotel.com), a 15 metros exactos de la catedral sevillana, es el lugar de la ciudad donde más apetece estar al atardecer, contemplando la Giralda, toda naranja al sol que se le humilla, que dijo Gerardo Diego. Aunque tampoco es que se esté mal de noche en La Terraza-Bar, tomándose un mojito mientras la Giralda se mece como una palmera de luz (que dijo Juan Ramón) en el cielo eternamente estrellado de Sevilla. La piscina es exclusiva para los huéspedes. Al bar, en cambio, puede acceder cualquiera. Cualquiera que pueda pagarlo, claro, porque las copas no las regalan. 

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GRANADA FIVE SENSES (GRANADA) 
Alojarse en un carmen del Albaicín es un sueño para cualquiera que visite Granada. O en un hotelito de la romántica Carrera del Darro. O, ya puestos, en el Parador, al lado mismo de la Alhambra. Pero ninguno de esos lugares tiene lo que el hotel Granada Five Senses (granadafivesenses.com): una piscina en la azotea desde la que se avizora toda la ciudad y, en particular, la catedral, que está a 180 metros de distancia. Costará un riñón, ¿no? Qué va: desde 60 euros la noche. La piscina, exclusiva para clientes, permanece abierta del 20 de marzo al 31 de octubre. Para relajarse el resto del año, hay un spa.

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GRAND HOTEL CENTRAL (BARCELONA)
Menudo nivelazo el de Barcelona. Solo en esta ciudad hay más hoteles con piscina en la azotea que en el resto de España: el Majestic, el Mandarin, el Jazz, el Ohla, el America, el H10 Marina, el The Mirror, el Catedral, el Cram, el Princess, el Calderón… Pero la palma piscinera se la lleva el Gran Hotel Central (grandhotelcentral.com), un cinco estrellas situado a 200 metros de la catedral, con una infinity pool cuyas aguas se funden con los tejados del barrio del Born. A su vera hay un solárium y un bar celestial, el Skybar, ideal para tomar un cóctel o cenar amorosamente contemplando la puesta de sol por duplicado.

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CÓRDOBA CENTER  (CÓRDOBA)
Madrugar, buscar el frescor de los patios floridos y refrigerarse con salmorejo y fino montillano son remedios eficaces para no morir de calor en Córdoba. Sin embargo, llega una hora achicharrante en que el viajero ya no puede hacer nada más, ni cruzar la calle para cambiar de taberna, y agradece infinito haber reservado en el hotel Córdoba Center (hotelescenter.es), en cuya gran piscina panorámica, contemplando la ciudad, la sierra y la campiña, se está mejor que en la Yanna, rodeado de huríes. Tiene también jacuzzi, solárium y fitness-center con sauna. Aunque, para sauna, la calle, siete plantas más abajo.

5/10

HOTEL TRES (PALMA DE MALLORCA)
No es una piscina para entrenar como si fuéramos a competir en los Juegos de Tokio 2020. Es una piscina pequeñuela, donde dos son compañía y tres cardumen. Lo que sí es grande es el panorama que se otea desde ella: se ve la catedral de Palma, la bahía y, en lontananza, las montañas de la sierra de Tramuntana. Y más que grande, tremendo, es su emplazamiento: la azotea de un palacio del siglo XVI con arquitectura y decoración del XXI junto a la Lonja de Palma, en el corazón histórico de la capital mallorquina. En la misma terraza hay solárium y sauna. Solo para huéspedes del hotel (hoteltres.com).

6/10

MOLINA LARIO (MÁLAGA)
La piscina de este hotel (hotelmolinalario.com) está a tiro de piedra (o, ya que estamos en remojo, de chancla) de la Manquita, que no es una niña a la que le falte un brazo, sino la catedral renacentista de Málaga, que se tiró 254 años en obras y aún se quedó con la torre sur a medias (de ahí, el mote). Además de un óptimo observatorio de la seo y del puerto, esta azotea de ambiente chill-out es uno de los bares nocturnos más deseados, donde no suele caber un alfiler. Viendo lo petadísimo que está el lugar a las 2.00 de la mañana, queda claro que la prioridad del malagueño no es levantarse al alba para construir catedrales.

7/10

GRAN HOTEL NAGARI (VIGO)
Las playas de las Rías Baixas son fabulosas, sí, pero el agua (por qué negarlo) corta como una guadaña. Para esos días que no apetece sufrir, es perfecta la piscina climatizada Skyline que hay en el ático del Gran Hotel Nagari (granhotelnagari.com), con vistas a la ría de Vigo y chorros para todos los gustos y dolorcillos: cervicales, cuellos de cisne, volcanes que surgen desde el fondo, camas de burbujas, jets de natación contracorriente... Además hay dos jacuzzis y un solárium. Si llueve (cosa que sucede en Vigo 150 días al año), ningún problema: una cubierta acristalada telescópica se cierra en segundos. No es necesario ser cliente del hotel para usarla, pero sí reservar, porque el aforo es limitado.

8/10

HOTEL ALFONSO (ZARAGOZA)
En la histórica calle del Coso (el antiguo cursus que rodeaba la muralla de la ciudad en época romana) se alza este hotel (palafoxhoteles.com) de 12 plantas diseñado por los arquitectos Pemán y Franco y decorado por Pascua Ortega, desde cuya azotea se ven la basílica del Pilar, la catedral del Salvador y la torre mudéjar de San Pablo. Además de para otear el panorama y jorearse, como dicen los maños, esta terraza es idónea para hacer ejercicio, pues su piscina tiene un sistema de natación contracorriente. También hay una piscina climatizada en el sótano, porque en invierno, aquí arriba, sopla un cierzo que afeita.

9/10

ROOM MATE ÓSCAR (MADRID) 
No hay azotea más codiciada en Madrid que la de este hotel (room-matehotels.com) del barrio de Chueca. Diseñada por el interiorista Tomás Alía, cuenta con camas balinesas, suelos de madera, chaises longes y una amplia barra para tomar más de 30 cócteles hasta las 2.00 de la mañana. Observar la jungla urbana desde la piscina, sacando la cabecita del agua como un hipopótamo, cuesta 0 euros para los huéspedes y un mínimo de 35 para el resto de los mortales (incluye toalla, taquilla, tumbona y copa de cava). Ah, y nada de pezqueñines. Los menores de 14 años se quedan con los abuelos en la piscina municipal.

10/10

VINCCI MERCAT (VALENCIA) 
Hace un par de años, en plenas Fallas, abrió sus puertas el Vincci Mercat, un hotel (vinccimercat.com) de cuidada decoración y moderno concepto, con bar de estilo chill-out y plunge pool en la azotea, situado al lado de lugares tan emblemáticos de Valencia como el Mercat Central y la Lonja de la Seda. ¿Y qué es una plunge pool? Pues una piscinita de chapoteo, solo que de diseño y dicho en inglés, que mola más. Tiene 5,70 metros de largo, 3,70 de ancho y 1,10 de profundidad. Para nadar no vale. Y para hacer saltos mortales, menos. Pero sin salir del agua se ve el Micalet, el campanario de la catedral. Un pequeño gran lujo.

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