En China lo superlativo y extravagante siempre tiene cabida. Con 430 metros de largo por seis de ancho, este descomunal puente situado en el Parque Nacional de Zhangjiajie, en el centro de China, es, por su magnitud, altura y vistas, el número uno del planeta. Una obra de ingeniería única cuya estructura de hormigón y 99 paneles de vidrio transparente son capaces de aguantar el peso de 8.000 turistas cada día. También cuenta con la plataforma más elevada del mundo para practicar puenting y el columpio más largo de Asia.
Puentes colgantes espectaculares donde hay que atreverse a subir
Para cruzar la vertiginosa pasarela de vidrio creada por el arquitecto israelí Haim Dotan no solo hay que dejar atrás el miedo, también hay que acceder con zapatos planos y desprovisto de todo tipo de útiles y pagar previamente los 138 yuanes (unos 18 euros) que cuesta la experiencia. Eso sí, una vez en él, hay que tener el móvil a mano, porque aquí las fotos y los selfies aquí son de lo más originales.
El nuevo puente de China se eleva a 300 metros de altura y une dos acantilados de las montañas Avatar –llamadas así porque fue el mismo que cautivó a James Cameron para situar las cumbres flotantes de la luna de Pandora en la película del mismo nombre–, el puente ofrece la mejor perspectiva del Parque Nacional de Zhangjiajie, el primero declarado en el país, que además es Patrimonio de la Humanidad y Geoparque Mundial de la Unesco. Un prodigio de la naturaleza que esconde profundos barrancos, cañones, multitud de arroyos, estanques y cascadas por doquier.