Islas Canarias en diez maravillas imprescindibles
Diez motivos que hacen de las Islas Canarias un lugar único.
BOSQUE DE LOS TILOS (LA PALMA)
Este bosque es una de las joyas naturales del archipiélago canario. Ser la mejor masa de laurisilva de toda la isla le ha valido ser declarado Reserva Natural de la Biosfera por la Unesco. Una buena forma de descubrirlo es seguir la ruta que parte desde los manantiales de Marcos y Cordero y, después de pasar por trece túneles de agua, lleva al Centro de Visitante Los Tilos.
Y además: Después de la ruta aguardan localidades de estilo colonial como San Andrés y Los Sauces, y las piscinas naturales de El Charco Azul, con aguas cálidas y saladas.
Foto: Saúl Santos.
DUNAS DE MASPALOMAS (GRAN CANARIA)
Al sur de la isla de Gran Canaria brota un inmenso arenal protegido que recuerda en pequeño a algunos desiertos africanos y además pasa por ser uno de los espacios más fascinantes del archipiélago. Playas largas de arena blanca, una charca de aguas someras frecuentadas por numerosas especies de aves y un gran palmeral, con múltiples ejemplares de este endemismo canario.
Muy práctico: Una de las mejores formas de recorrer las dunas es hacerlo sobre un dromedario en rutas de media hora desde 12 € como las que propone Camello Safari Duna Oasis (camellosafari.com), mientras se vislumbra al fondo el azul del Atlántico.
Foto: Alex Bramwell / Lex.
BOSQUE DE LAURISILVA (LA GOMERA)
La mayor muestra de laurisilva canaria se encuentra en el Parque Nacional de Garajonay. Uno de esos lugares que hacen retrotaerse a la primigenia naturaleza, pues estos ejemplares vegetales cubren las cumbres desde antes de que la isla fuera poblada por seres humanos.
Muy práctico: Gracias a diferentes expediciones que realiza el centro turístico Casa Diversa (casadiversa.com) es posible adentrarse entre estos bosques tan característicos mediante rutas que abarcan desde las cimas más altas de la isla hasta las zonas costeras.
Foto: Saúl Santos
LOS MIRADORES DE EL HIERRO
La isla más pequeña del archipiélago canario destaca por su red de miradores naturales, ofreciendo las mejores vistas. Sin duda, el más famoso y recomendable es el mirador de la Peña, en el noroeste de la isla, diseñado por el escultor lanzaroteño César Manrique, con amplias vistas al valle del Golfo y con un restaurante propio. Muy cercano a él, otro de los imprescindibles: el mirador de Jinama, asomado al mar de nubes sobre el valle del Golfo.
Y no te pierdas: El mirador de Bastos, en el suroeste de El Hierro, con vistas al pueblo de Sabinosa, al volcán de Tanganasoga y al onírico bosque de El Sabinar o el mirador de las Playas, en pleno monte de pinar herreño, perfecto para descubrir la vertiente este de la isla y contemplar el paisaje protegido de Timijraque y el Roque de la Bonanza.
Foto: Alex Bramwell / Lex.
PLAYAS DE JANDÍA (FUERTEVENTURA)
Se dice que en Fuerteventura se encuentran las mejores playas de España. Y se dice, sobre todo, por las de la península de Jandía, enclavadas en el extremo meridional de la isla, donde una impresionante masa arenosa sin obstáculos a la vista alcanza los 30 kilómetros de longitud, siendo en su gran mayoría, playas vírgenes. Declarado como Parque Natural de Jandía, la mejor manera de descubrir este paraje único es tomar la pista de tierra que parte de Morro Jable y lleva hasta el faro, recorrido en el que se descubren las playas de Sotavento –las más turísticas, como Costa Calma– y las de Barlovento –las más salvajes, como Cofete– en el camino hacia el caserío de Cofete.
Un plus: Caminando se puede llegar también al islote anclado en la playa y no puede faltar una visita al Puertito de la Cruz, para admirar sus dos faros y probar sus especialidades gastronómicas, como el caldero de pescado y el queso majorero.
Foto: Turismo Islas Canarias.
PARQUE NACIONAL DE TIMANFAYA (LANZAROTE)
Más de 20 volcanes cubren la superficie de este parque nacional que más parece un tapiz sin vegetación alguna y bajo cuya tierra la tierra alcanza, a menos de diez metros bajo los pies, los 600 grados centígrados. Las sorpresas continúan a medida que se avanza a la zona central de Timanfaya, donde espectaculares géiseres brotan en torno al islote de Hilario.
Muy práctico: Descubrir el Parque Nacional de Timanfaya de una forma original debe llevar implícita una ruta en camello por sus dominios, como las que organiza Lanzarote a Caballo (lanzaroteacaballo.com) a partir de 18 € y, por supuesto, comer en el único restaurante de la isla donde se preparan parrilladas y barbacoas con el magma que sale de la tierra, el restaurante El Diablo.
Foto: Sara Sánchez-Romo Costa.
ISLA GRACIOSA, LA ISLA SIN COCHES
Muchos son los que se olvidan de nombrar a la octava isla del archipiélago canario y La Graciosa merece su sitio. Es todo un paraíso sin estrés, sin polución y sin construcciones industriales que deterioren el paisaje. Poco más de 600 personas habitan en su capital, Caleta del Sebo, el único lugar poblado de esta isla que se puede recorrer prácticamente en su totalidad en bicicleta. No es difícil maravillarse con sus playas doradas bañadas de aguas turquesas, como la de las Conchas o la de la Cocina; o la espectacularidad natural del volcán Montaña Amarilla, con sus toboganes, olas petrificadas y espigones. Todos los días sale un barco cada hora que lleva desde la localidad de Órzola en Lanzarote a la Isla Graciosa, en un trayecto de 20 minutos.
Muy práctico: Los fondos marinos de la isla también merecen ser explorados, por algo son la mayor Reserva Marina de Europa. Desde el Centro de Buceo Native Diving (nativediving.com) de Lanzarote se organiza esta actividad.
Foto: Alex Bramwell / Lex.
EL ROQUE DE LOS MUCHACHOS (LA PALMA)
En el centro de la isla, el Parque Nacional de Caldera de Taburiente es un circo de ocho kilómetros de diámetro cubierto de vegetación, entre la que se camuflan numerosas cascadas y torrenteras, y enmarcado por altas cimas, donde destaca el Roque de los Muchachos, la más alta con casi 2.500 metros.
Muy práctico: En el observatorio situado en el Roque de los Muchachos (iac.es), el Instituto de Astrofísica de Canarias ofrece la posibilidad de contemplar con sus telescopios uno de los mejores cielos del mundo. Se pueden visitar sus instalaciones en horario de mañana.
Foto: Saúl Santos.
EL TEIDE (TENERIFE)
Es el pico más alto de España, con casi 4.000 metros de altura y está catalogado como Parque Nacional. Toda visita a Tenerife que se precie no estará completa si no se sube a este majestuoso volcán. Por el día, las panorámicas son espectaculares, donde se contemplan maravillas como el valle de la Orotava o la gran caldera de las Cañadas del Teide. Por la noche, se convierte en un lugar increíble para contemplar las estrellas.
Muy práctico: La compañía Volcano Teide (volcanoteide.com) realiza varias rutas diarias para alcanzar las mejores vistas de estas islas, llegando incluso a subir a la cima y brindar con champán. Para llegar por libre se requiere un permiso previo que se podrá obtener de forma gratuita en reservasparquesnacionales.es, aunque no será necesario si se pernocta en el refugio de Altavista y se inicia la subida antes de las 9 de la mañana, en un trayecto que lleva unas tres horas. Para los más atrevidos, la empresa Helidream (helidreamhelicopters.com) organiza excursiones en helicóptero por la isla, desde 98 €, que permiten contemplar la magnífica estampa del volcán desde las alturas.
CARNAVAL DE ISLAS CANARIAS
Otro de los motivos de peso por los que este archipiélago es mundialmente famoso es por su Carnaval. Los de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria son los más espectaculares y vistosos, con la elección de la Reina del Carnaval y cabalgatas acompañadas de comparsas y murgas y drags queens. Toda una fiesta de color y diversión.
El más original: El de Carnaval de los Indianos de La Palma, donde se rememora la llegada de los indianos, que es como se conocían a los isleños emigrantes que retornaban de América, disfrazándose con las típicas prendas de color blanco y participando en una curiosa batalla de polvos de talco.
Foto: PROMEDIA.