Los mejores atardeceres de España como solo se disfrutan en verano
El verano está acabando, tiene los días contados y, no se puede negar que ver cómo el sol se esconde al finalizar la jornada es uno de los espectáculos de la naturaleza que más gustan. Por eso, para ir despidiendo esta temporada estival con una sonrisa, te presentamos los mejores atardeceres de España, desde A Coruña hasta Cádiz, pasando por las islas, aquí tienes ocho momentos deslumbrantes.
El verano está acabando, tiene los días contados y, no se puede negar que ver cómo el sol se esconde al finalizar la jornada es uno de los espectáculos de la naturaleza que más gustan. Por eso, para ir despidiendo esta temporada estival con una sonrisa, te presentamos los mejores atardeceres de España, desde A Coruña hasta Cádiz, pasando por las islas, aquí tienes ocho momentos deslumbrantes. (Foto: Atardecer en Ibiza, en Cala Compte / Turismo de Ibiza).
MENORCA (Castell de Sant Nicolau)
A esta increíble isla no podía faltarle su dosis de atardeceres de infarto. Y es que junto a las aguas transparentes con extraordinarios fondos marinos y los verdes pinares que la rodean, el sol también se hace partícipe de la belleza de Menorca dejando bellos atardeceres sorprendentes como este desde el Castell de Sant Nicolau. © Fundació Destí Menorca.
HUELVA (Parque Nacional de Doñana)
La imagen de los rayos de sol envolviendo al Parque Nacional de Doñana desde las Marismas de El Rocío es espectacular. Aquí, la naturaleza se desnuda para recibir la belleza más silvestre en todo su esplendor, con las siluetas de cientos de aves adornando la instantánea. © Turismo de Huelva.
VALENCIA (La Albufera)
Allá donde el sol se funde con las aguas dulces del lago valenciano de la Albufera da como resultado uno de los paisajes mediterráneos más bellos que se pueden contemplar. Distintas aves acuáticas acompañan salpicando las aguas que marcan su sombra fugaz en este inmenso brillante que es la Albufera. © Turismo de Valencia.
MADRID (Gran Vía)
Ver caer el sol en una de las mejores ciudades del mundo no tiene precio. Y es que, si al encanto y la belleza de Madrid le añades una puesta de sol en su famosa Gran Vía, con los reflejos de luz atravesando una de las esculturas de Ave Fénix que pueblan los cielos de la capital, la combinación se torna perfecta en unos minutos en los que, la ciudad que nunca duerme, le da las buenas noches al sol. © José Barea.
CÁDIZ (Conil de la Frontera)
Ya lo dice la canción, “Cai se bebe el sol que hay en la brisa marinera que remienda tu corazón, con la sonrisa más morena”. Y viendo rincones gaditanos como Conil, no le falta razón, pues aquí parece que es el propio sol el que viene a sonreír a sus playas de arena blanca y a sus calas vírgenes, siempre acompañadas del encanto de sus casitas blancas en un alarde de belleza andaluza. © Miriam Reik / Turismo de Cádiz.
A CORUÑA (Finisterre)
Dicen que el sol decide terminar su jornada allá donde los romanos decían que se acababa el mundo. Y con motivos como la tranquilidad y la paz que se respira en esta costa gallega, tanto que muchos peregrinos encuentran aquí el sitio perfecto para renovar su alma, y la belleza de las olas del Atlántico acariciando sus acantilados, no es de extrañar que una de las mejores caídas del astro rey sea en este idílico lugar. © Turgalicia.
IBIZA (Benirrás)
Aún quedan playas vírgenes en Ibiza, y la de Benirrás es una de ellas. A su magnífico entorno natural, que la encuadra entre dos pequeños montículos de bosque, y a su ambiente hippie, les acompaña una de las puestas de sol más bonitas de las Islas Baleares. La playa siempre se llena de personas que a última hora de la tarde quieren inmortalizar la caída del sol, en una estampa en la que siempre se cuela el Cap Bernat, un pequeño islote que hace aún más pintoresca la instantánea. © Aurelio Martinelli.
FORMENTERA (Illetes)
Si además de disfrutar de una de las mejores playas del mundo como Illetes, ubicada en el Parque Natural de Ses Salines, con aguas cristalinas y fina arena, contemplas un atardecer tan tranquilo y romántico como este, probablemente ya no quieras saber más de las horas del reloj y quedarte para siempre en esta joya balear. © Alex Martín.