La visita de estado del presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y la primera dama Elke Büdenbender, dejó varios momentos memorables para los seguidores de la realeza británica, luego de una cena en honor de los invitados ofrecida por el rey Carlos III y la reina Camilla; a la que también asistieron los príncipes de Gales, el príncipe William y la princesa Kate, quien se robó la atención con su look y una gran sorpresa salida del joyero real.
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En su lugar, Kate apostó por la tiara oriental de la reina Victoria, una joya que nunca antes había lucido. La pieza fue elaborada en 1853 por encargo del príncipe Alberto, con dos mil 600 ópalos que la reina Alexandra reemplazó con diamantes al considerar la piedra original como de mal agüero. La estructura tiene diseño de flor de loto con inspiración hindú, una joya que vimos usar a la reina Isabel II en 2005 durante un viaje a Malta.
Esta no fue la única joya que portó Kate durante la noche. La esposa del heredero al trono llevó pendientes de la difunta reina, así como la insignia de la Orden de la Familia Real y la Banda y Estrella de la Orden del Príncipe Heredero de Gales (GCVO).
Otros importantes invitados
La cena ofrecida por los reyes en honor a los mandatarios alemanes contó con la asistencia de importantes figuras de la realeza y del espectáculo. Los anfitriones también se lucieron con su look, con la reina luciendo un vestido de encaje verde de Fiona Clare con la tiara de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, pendientes de diamantes, un collar de esmeraldas y diamantes y la banda de la Orden de Alemania.
Entre los 152 invitados se encontraban la supermodelo alemana Claudia Schiffer y su marido Sir Matthew Vaughn, el juez de Strictly Come Dancing Motsi Mabuse, que vive en Alemania, el ex mediocampista del Everton Thomas Hitzlesperger, el galardonado compositor alemán Hans Zimmer y el ilustrador de libros infantiles Axel Scheffler. En el magnífico salón, con sus amplios techos abovedados adornados con los escudos de armas de todos los Caballeros de la Jarretera desde 1348, ocupaba un lugar de honor un árbol de Navidad de abeto de Nordmann de 25 metros de altura, adornado con 15.000 luces centelleantes.
También estuvieron presentes la Princesa Real y su marido Sir Tim Laurence, el Duque y la Duquesa de Edimburgo y el Duque y la Duquesa de Gloucester, junto con el Duque de Norfolk, el Duque de Wellington y otros políticos y dignatarios alemanes y británicos. La princesa Ana lucía espléndida con un vestido blanco mientras caminaba junto a la duquesa de Gloucester, quien lucía un precioso traje rojo.
Un menú digno de la realeza
Los comensales disfrutaron de una tartaleta abierta de trucha ahumada caliente y langostinos con huevos de codorniz y salsa de mariscos y una suprema de perdiz de Windsor envuelta en hojaldre con col confitada y salsa de oporto, seguida de una Alaska al horno con crema de moras, vainilla y frambuesa, café y petit fours.
El vino incluyó un Château La Fleur-Pétrus, Pomerol, 1995, elegido en honor al año en que el Presidente y la Primera Dama se casaron, y a los invitados se les sirvió un cóctel de brandy de cereza y chocolate, creado por un mixólogo real para evocar el sabor del postre alemán Black Forest Gateau.
En un discurso, el Rey le dijo al Presidente: "Parece que fue ayer cuando realizamos nuestra Visita de Estado a Alemania en 2023, la primera desde mi Adhesión. En esta y en nuestras visitas anteriores, usted y su querida esposa nos mostraron una gran amabilidad, tanto a mi esposa como a mí. Esto hace aún más grato poder darles la bienvenida aquí en Windsor como nuestros invitados, muestra de la amistad muy especial que une a nuestras dos naciones".