La princesa Kate y la reina Camilla protagonizaron un tierno gesto durante la ceremonia de bienvenida al presidente federal alemán, Frank-Walter Steinmeier, y a su esposa, la primera dama Elke Büdenbender.
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La princesa de Gales besó a la esposa del monarca en la mejilla mientras se abrazaban a las afueras del castillo de Windsor, y ella también hizo una elegante reverencia. Además, Kate la tomó del brazo, como demostrando una calidez y cercanía entre ambas. Las dos, observaron, junto al rey Carlos y el príncipe William, en el patio, cómo una guardia de honor hacía el saludo real y una banda de regimiento interpretaba los himnos nacionales alemán y británico.
Kate, de 43 años, lució elegantísima con un vestido azul índigo de Sarah Burton para Alexander McQueen, quien también diseñó su vestido de novia. Cambió sus habituales rizos con volumen por un estilo elegante y completó su conjunto con un sombrero azul marino y un par de pendientes de zafiro y diamantes que anteriormente pertenecieron a la princesa Diana.
Su atuendo complementaba el de Camilla, de 78 años, quien eligió un vestido de seda azul zafiro y un abrigo de cachemira a juego de Anna Valentine. Complementó el atuendo con un sombrero de plumas de Philip Treacy y el broche de zafiro y diamantes de la reina Victoria.
Antes, la multitud se reunió en las calles de Windsor, en Berkshire, mientras el rey encabezaba una procesión en la carroza estatal irlandesa, sentado junto al presidente alemán. Mientras tanto, Camilla viajó en la carroza estatal australiana con la primera dama. Tras el desfile militar, la familia real ofreció un almuerzo en el castillo.
La visita de Estado alemana, la primera en 27 años, está prevista para tres días, con un banquete de estado en el St. George's Hall. Durante su estancia en Windsor, el presidente alemán depositará flores ante la tumba de la difunta reina Isabel II, en la Capilla de St. George
En 2023, el rey, conocido por su fluidez en alemán, visitó el país en su primer viaje al extranjero tras ascender al trono. Fue allí donde se convirtió en el primer monarca británico en dirigirse a políticos alemanes durante una sesión del Bundestag en Berlín.