El pasado 9 de abril falleció el duque Felipe de Edimburgo, su muerte ha dejado un vacío en los corazones de los británicos, y en especial en los corazones de la Familia Real británica. En apenas dos días se celebrará el funeral del marido de Isabel II en la capilla de San Jorge de Windsor. Al acto oficial por la muerte del duque solo podrán asistir 30 personas debido a a la crisis originada por el Covid-19, por lo que asistirán los miembros de la Familia Real y las personas más cercanas al monarca.

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Estamos acostumbrados a ver en los actos sociales a los miembros varones de la familia real asistir con uniforme militar. No obstante, la reina Isabel II ha decidido que todos los miembros de la familia real deberán asistir de luto, esto quiere decir que tanto los hombres como mujeres de la familia real deberán ir vestidos de negro. Esta decisión es histórica y la ha tomado la reina con le objetivo de crear un ambiente de unidad familiar en estos momentos ya que el príncipe Andrés y el príncipe Harry no pueden lucir el uniforme militar ya que renunciaron a sus deberes reales.

El año pasado, los duques de Sussex, Harry y Meghan renunciaron a sus deberes reales por lo que Harry perdió todos sus títulos militares, es por ello por lo que no puede lucir el uniforme militar en los actos públicos pero, sin embargo si que puede lucir las medallas.El Megxit ha originado un antes y un después en la relación de los duques con el resto de la familia real.

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Por otra parte, en 2019 uno de los cuatro hijos de Isabel II y el Duque de Edimburgo, el príncipe Andrés, también renunció sus deberes reales, puesto que se le relacionó con el delincuente sexual Jeffrey Epstein, de manera que fue duramente criticado por esa amistad y decidió estar más alejado de el foco mediático.

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A esta triste noticia se suma a los acontecimientos escandalosos de la familia real británica. Hace semanas el nieto de Isabel II y su mujer, ofrecieron una dura entrevista a la americana Oprah Winfrey. No obstante; a pesar de las duras palabras de la pareja, el príncipe Harry aterrizó el pasado lunes en Londres sin su esposa y sin su hijo Archie para estar apoyando a su familia en estos duros momentos.