Para muchos, la mezclilla sigue siendo sinónimo de desenfado, e incluso conserva cierto estigma por su aparente informalidad. Y aunque es un hecho que no se trata de una tela apropiada para galas o eventos de gran protocolo, sí es uno de los textiles más usados —y, sin duda, el más democrático— del guardarropa contemporáneo.
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Quien tiene muy claro que el denim es un must en cualquier clóset es Eiza González. Los jeans suelen ser una de sus prendas predilectas para los días casuales; sin embargo, hace unas horas decidió llevarlos a un terreno mucho más sofisticado y glamuroso.
La mexicana fue una de las invitadas al desfile de Thom Browne en la recta final de la Semana de la Moda de París —que llega a su fin este 7 de septiembre—, y para la ocasión eligió un atuendo de mezclilla que nos encantó: una reinterpretación del Canadian tuxedo elevada a una dimensión high-end.
Lejos de ser un concepto anticuado o poco favorecedor, el llamado “esmoquin canadiense” tiene una historia curiosa: surgió cuando un músico rebelde fue rechazado en un evento por vestir denim de pies a cabeza. Desde entonces, celebridades y diseñadores han hecho de esta combinación una declaración de estilo. En el caso de Eiza, la actriz lo llevó con enorme acierto, sumando detalles que lo transformaron en un look de impacto.
Eiza González lleva traje denim en el desfile de Thom Browne
La también modelo, a quien recientemente se ha visto muy feliz junto a su pareja, el tenista Grigor Dimitrov, acudió en solitario al evento donde el diseñador originario de Pensilvania presentó su colección primavera/verano 2026. Fiel a las líneas precisas y arquitectónicas de Browne, Eiza apostó por un conjunto estructurado de mezclilla que incluso incluyó corbata.
El outfit comenzó con unos jeans de corte recto —con un notorio doblez hacia afuera—, que combinaron a la perfección con una chaqueta entallada, también de denim. Para sumar capas, y aunque llevaba la prenda superior casi completamente abotonada, se dejó ver una impecable camisa blanca de inspiración masculina, complementada con una corbata en tonos azul y guinda, colores insignia de la firma anfitriona.
En cuanto a los accesorios, Eiza eligió unos zapatos bicolor —en negro y miel— y un bolso de hombro en blanco y azul, que reforzaron la estética pulida del conjunto.
Sobre su beauty look, la actriz mantuvo su sello característico: piel luminosa, maquillaje natural en tonos neutros y el cabello suelto con ligeras ondas. Un resultado impecable que confirma su estatus como una de las mexicanas con más estilo en la escena internacional.