Existen pocos diseñadores tan icónicos como Giorgio Armani. Su fallecimiento a los 91 años ha conmovido no sólo al mundo de la moda sino también al mundo de la música y el entretenimiento. Especialmente, aquellas personas con quienes el diseñador trabajó.
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A diferencia de otros diseñadores, Armani siempre le dio prioridad a la escena del día a día. Buscaba siempre crear prendas útiles y funcionales que pudieran vestirse para llevar a cabo las tareas y obligaciones diarias y comunes. De ahí fue que revolucionó la industria en la década de 1980 con elpower suit femenino, generando toda una revolución estilística que gritaba “independencia femenina”.
Esa misma razón explica porque su énfasis nunca estuvo en diseñar vestidos de novia. El estilo del italiano se caracterizaba por ser sobrio y minimalista, mientras que la moda nupcial tiende a ser asociada con excesos y opulencia. De hecho, Armani nunca lanzó colecciones nupciales o bridal. Sin embargo, el diseñador aceptó diseñar vestidos de novia únicamente para ocasiones especiales.
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Los vestidos de novia más icónicos de Giorgio Armani
En su boda con Tom Cruise, la actriz llevó un vestido hecho a la medida por Giorgio Armani. Un vestido de seda con encaje de valenciennes, bordado a mano y de manera artesanal con aplicaciones de cristales Swarovski.
Este vestido fue un parteaguas en la moda nupcial de los 2000. Los exquisitos detalles de la pieza la convirtieron en una silueta icónica que sería tomada como inspiración de las brides-to-be de aquella década.
Para la boda de la actriz, Armani diseñó tanto el vestido de novia como el traje del novio. En aquella ocasión, el italiano apostó por un vestido largo con bustier y aplicaciones de cuentas en la parte superior.
La pieza contaba con detalles florales y un jaez en la parte inferior al busto. Encima, agregó un velo de organza que le dió el toque nupcial perfecto.
Para la boda real de Charlene de Mónaco, el diseñador italiano creó dos piezas. Para la ceremonia una silueta off-the-shoulder con apliqués de cristales de Swarovski que creaban figuras florales en la caída del vestido.
Por otra parte, para el cóctel, apostó por una pieza slim pero con holanes en la falda, lo que le daba dinamismo y soltura al atuendo. Además, la forma fluida, le daba movilidad a la princesa para bailar y caminar.
En 2015, Beatrice Borromeo se casó con Pierre Casiraghi, y al igual que en el caso de Charlene de Mónaco, Giorgio Armani estuvo a cargo del diseño de su vestido para la ceremonia pero también para el cóctel.
La silueta que llevó Beatrice para la ceremonia estaba confeccionada en tul. Una pieza etérea con un escote en V sofisticado y otro escote profundo en la espalda que fue complementado con dos tiras de tul que volaban según el movimiento de la novia.
En 2019 Chris Pratt se casó con Katherine Shwarzenegger, y para la ocasión, Armani diseñó también un par de vestidos. Sin embargo, la dinámica fue diferente debido a que la escritora llevó el mismo velo que llevó su madre -Maria Shriver- cuando se casó con su padre.
La construcción del vestido fue hecha alrededor de este velo: una silueta strapless con corte tipo sirena con el cual presumió su figura.
