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Ha comenzado una de las semanas más emblemáticas del calendario de la moda: Paris Haute Couture Week. Del 7 al 10 de julio, la Ciudad de la Luz se transforma en el epicentro de la creatividad y la sofisticación, recibiendo a celebridades, conocedores de la moda y entusiastas de la industria que se congregan para rendir homenaje a una de las expresiones más puras del arte: la Alta Costura.
© Launchmetrics SpotlightSolo un grupo selecto de maisons cuenta con el privilegio de presentar en esta cita marcada por el savoir-faire, la excelencia técnica y la más alta artesanía. Entre ellas, Chanel destaca como un emblema eterno.
En los años 20, aristócratas y figuras del cine mudo como Gloria Swanson viajaban hasta París para ver sus colecciones; hoy, el legado continúa con nombres como Gracie Abrams o Sofia Coppola ocupando lugares privilegiados en el front row. Porque en Chanel, la historia y el presente siempre se entrelazan con una misma aguja: la de la belleza eterna.
© Cortesía de ChanelDetalles del desfile de Alta Costura 2025 de Chanel
El desfile tuvo lugar en el Grand Palais a las 2:00 p.m., hora de París, y fue una verdadera celebración de la naturaleza y los espacios abiertos. Con una escenografía diseñada por Willo Perron, tanto la propuesta visual como las prendas estuvieron inspiradas en el campo inglés y los paisajes escoceses.
Tras la salida de Virginie Viard, el Studio de Creación asumió el diseño de esta colección, que revisita los grandes clásicos invernales y presenta conjuntos en tonos naturales como el blanco, el marrón, el marfil y el negro. Las proporciones, influenciadas desde sus inicios por la sastrería masculina, siguen garantizando una libertad de movimiento absoluta, en siluetas pensadas para adaptarse con elegancia al cuerpo femenino.
© Cortesía ChanelComo una oda a la armonía entre la naturaleza y la riqueza táctil de los tejidos, el tweed se reinventa con un enfoque poético y artesanal. La propuesta incluye trajes tejidos en blanco con trenzas bordadas, chaquetas cortas que juegan con mezclas de textiles brillantes, y un conjunto en clave utilitaria donde un maxi vestido satinado con bolsillos frontales cobra protagonismo. El tweed bouclé, por su parte, se transforma para evocar la calidez de la piel de oveja en un abrigo-vestido recto en blanco y negro, un conjunto con falda, un chaleco largo y unos pantalones cortos en marfil, pintados y delicadamente bordados.
© Cortesía ChanelEn una fusión magistral de texturas, el tweed se entrelaza con plumas para crear la ilusión de piel sintética en un traje de pantalón, un abrigo de líneas alargadas, una sobrecapa bordada y una chaqueta corta tipo blusón. Como broche final, una novia Chanel cerró el desfile con una aparición discreta pero significativa.
Un capítulo digno de quedar en los libros de historia de la moda; ahora, solo resta esperar quién tomará las riendas creativas de la maison.
© Getty ImagesLas invitadas
A lo largo de los años, la maison se ha consolidado como sinónimo de elegancia atemporal, adorada por íconos del cine, la aristocracia y mujeres influyentes en todo el mundo. Sin embargo, también ha sabido reinventarse como una firma lúdica, vibrante y cercana a las nuevas generaciones, que celebran el color, la irreverencia y el diseño con personalidad.
Por eso, no sorprendió que en esta ocasión el front row reuniera a figuras tan diversas como Naomi Campbell —amiga de la casa desde hace décadas— y nuevas voces como las cantantes Lorde y Gracie Abrams.
© Cortesía ChanelAun así, fue Penélope Cruz quien acaparó la mayoría de las miradas, enfundada en un conjunto negro de tweed de dos piezas con hilos brillantes. Combinó el look con gafas de sol oscuras y un clásico bolso de la maison, reafirmando por qué es una de las embajadoras más icónicas de Chanel.
© Getty ImagesEl azul también tuvo su momento de protagonismo: Marion Cotillard deslumbró con un conjunto brillante de minifalda, bordados y botones dorados. Por su parte, Carlota Casiraghi optó por una versión en tonos pastel con chaqueta de manga larga, en sintonía con el estilo sobrio y sofisticado de Sofia Coppola, quien también lució un diseño de la colección.
© Getty ImagesPor último, dos embajadoras de larga data de la maison, Keira Knightley y Kirsten Dunst, apostaron por la sobriedad elegante del negro. Knightley con un vestido largo con olanes y estampado sutil; Dunst, con un jumper negro de líneas impecables. Ambas reafirmaron que la esencia de la casa —donde la elegancia y la actitud coexisten— permanece más vigente que nunca.
Historia
Presentar en la Semana de la Moda de Alta Costura de París no es para cualquiera. Solo unas cuantas casas de moda tienen el privilegio de hacerlo, al cumplir con los estrictos criterios de la Chambre Syndicale de la Haute Couture, parte de la Fédération de la Haute Couture et de la Mode (FHCM), el organismo rector de la moda en Francia. Se trata de una tradición centenaria donde la creatividad, la técnica impecable y la artesanía excepcional convergen en colecciones que rozan el arte.
© Cortesía de ChanelEntre esas casas legendarias se encuentra Chanel, que desde sus inicios en 1910 y con su primera colección de Alta Costura en 1915, ha sabido conjugar la herencia artesanal con una visión audaz de la elegancia contemporánea. En aquellos primeros años, los desfiles eran verdaderos rituales de exclusividad: clientas, aristócratas y socialités ocupaban la primera fila en los salones de Alta Costura de la maison, ubicados sobre la boutique y el taller en el número 31 de la rue Cambon, en París.
© Cortesía de ChanelLas modelos —entonces llamadas maniquíes— desfilaban entre las sillas en presentaciones íntimas y silenciosas, mientras Gabrielle Chanel observaba desde lo alto de su famosa escalera de espejos, sin ser vista, analizando cada reacción.
Y aunque ni Gabrielle Chanel ni su icónico sucesor, Karl Lagerfeld, están ya al frente de la casa, ciertos rituales permanecen intactos. Las it girls del momento y la crème de la crème de la industria siguen ocupando los lugares más codiciados del front row. Y los desfiles, hoy más teatrales y espectaculares que nunca, continúan siendo una declaración de intenciones artísticas. Chanel reafirma así su lugar como uno de los puntos más altos —y esperados— de la semana más exclusiva de la moda.
