Diciembre llega con una promesa clara: deliciosas cenas y platillos para disfrutar en compañía. Desde la celebración del Día de Acción de Gracias hasta las posadas navideñas y las fiestas de Año Nuevo, esta temporada se resume en una sola palabra: comida. Deliciosa comida. Y es que nadie puede resistirse a los maravillosos sabores de estos platillos de temporada que muchos esperan durante todo el año.
Sin embargo, un periodo tan abundante también suele venir acompañado de algunos malestares digestivos. El consumo excesivo —y más frecuente— de alimentos puede provocar acidez, reflujo, hinchazón o incluso indigestión. Afortunadamente, existen varias estrategias para contrarrestar estos efectos y seguir disfrutando del sabor de la Navidad. Lo más importante es recordar que, incluso en la alimentación, el equilibrio es la clave.
3 Consejos para mejorar tu digestión estas fechas
El orden, sí importa
Las comidas decembrinas se distinguen por ser tan variadas como abundantes. Suele colocarse al centro una selección de guisos, entradas y acompañamientos para que cada quien se sirva a su gusto. En este contexto, el orden en el que se come se vuelve fundamental, pues ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, mejorar la saciedad y optimizar el metabolismo. Una estrategia recomendada es comenzar con fibra y verduras, continuar con proteínas y grasas saludables, y dejar los carbohidratos y almidones para el final.
El poder del disfrute
Lo más importante en una comida familiar o entre amigos está en vivir y disfrutar de la experiencia lo más que se pueda. Por eso, la recomendación es comer despacio y masticar adecuadamente la comida -un promedio de 30 a 50 veces dependiendo la consistencia y el tipo de alimento-. De acuerdo con especialistas, masticar correctamente la comida puede ayudarte a absorber mejor los nutrientes, facilitar la digestión, controlar el peso corporal y disfrutar más de cada una de las comidas. Además, se recomienda siempre acompañar la comida con un vaso de agua para poder digerir mejor cada alimento.
Movimiento constante
Por último, una vez que hayas disfrutado de los alimentos y de un buen rato en la sobremesa, se recomienda dar una caminata tranquila, que además funciona como una excelente excusa para compartir más tiempo en compañía. Este pequeño paseo ayuda a favorecer la digestión y el metabolismo, además de contribuir a quemar algunas calorías extra. Si te es imposible salir de casa para hacerlo, basta con que te pongas de pie y camines alrededor de las habitaciones con calma para mejorar la digestión.








