Por años, el cuidado de los huesos ha sido un tema asociado casi exclusivamente con la vejez. Sin embargo, la realidad es muy diferente pues, a partir de los 35 años, el cuerpo comienza a perder masa ósea de manera natural, un proceso lento y silencioso que avanza sin síntomas evidentes, pero que puede tener consecuencias importantes con el paso del tiempo.
Es así que hablar de calidad ósea implica considerar aspectos que van más allá de la densidad, tomando en cuenta también la fortaleza, la estructura interna y la capacidad del hueso para resistir fracturas. Y aunque estos cambios no se perciben de inmediato, especialistas coinciden en que la prevención temprana es clave para llegar a la edad adulta con mayor movilidad, fuerza y calidad de vida.
Durante la etapa productiva de la vida, hombres y mujeres suelen sentirse plenos físicamente, lo que hace fácil pasar por alto procesos internos que no generan molestias inmediatas. La pérdida gradual de masa ósea es uno de ellos. Cuando no se atiende a tiempo, este desgaste puede traducirse años después en mayor riesgo de fracturas, caídas y limitaciones funcionales.
© Getty ImagesDesde esta visión surge Histofil 4000, una opción con 4,000 UI de vitamina D3, diseñada para apoyar el mantenimiento de niveles adecuados de este nutriente y acompañar un estilo de vida enfocado en el bienestar integral. Además, cada vez más expertos recomiendan adoptar hábitos de cuidado óseo desde edades tempranas, integrándolos de forma natural a la rutina diaria.
Vitamina D: un nutriente esencial para el equilibrio del cuerpo
Dentro de este enfoque preventivo, la vitamina D ocupa un lugar central. Su función no se limita únicamente a los huesos. “La vitamina D se transforma en el organismo en una hormona llamada calcitriol, que actúa como un mensajero químico en distintos tejidos”, explica Julián Vázquez, licenciado en Nutrición. “Tiene receptores en prácticamente todo el cuerpo y participa en la salud ósea, muscular, inmunológica y metabólica”.
© Getty ImagesEn el sistema óseo, esta hormona favorece la absorción de calcio y fósforo, fortaleciendo los huesos. A nivel muscular, ayuda a mantener la fuerza y la coordinación; mientras que en el sistema inmune contribuye a reforzar las defensas naturales del organismo.
A pesar de su importancia, la deficiencia de vitamina D es frecuente en nuestro país. Factores como una dieta baja en alimentos ricos en este nutriente, la limitada exposición solar y la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad influyen en que tres de cada diez mexicanos presenten niveles insuficientes. “El tejido adiposo puede secuestrar la vitamina D, lo que reduce su disponibilidad en el organismo”, señala Vázquez, quien insiste que esta condición hace aún más importante la suplementación adecuada en ciertos grupos de la población.
© Getty ImagesPrevención como estilo de vida
Para Isis Bonequi, directora de Mercadotecnia de MEDIX, uno de los principales desafíos es que la deficiencia de vitamina D no suele manifestarse con síntomas claros. “Si no te sientes mal, difícilmente buscas una solución”, explica. “Por eso, nuestro enfoque es hablar de prevención y de hábitos que ayuden a mantener un equilibrio general. No se trata de esperar a enfermar, sino de cuidarse antes”. Por eso es que Histofil 4000 se convierte en una herramienta perfecta para prevenir desde muy jóvenes.
© Getty ImagesLejos de ser una preocupación exclusiva de la edad adulta mayor, la salud ósea forma parte del autocuidado moderno. Integrar vitamina D, realizar ejercicio de fuerza de forma regular y mantener una exposición solar responsable son acciones sencillas que pueden marcar una diferencia significativa a largo plazo.
© Getty ImagesPorque sentirse bien no es sólo una cuestión del presente: también es una forma de prepararse para el futuro con fuerza, equilibrio y vitalidad.
