Conoce a Mila Magnani: ciencia, propósito y una nueva mirada al bienestar hormonal
Platicamos con la joven mexicana detrás de una de las propuestas más prometedoras en salud femenina, la cual hoy impacta a miles de mujeres en más de ochenta países
Existen búsquedas que se transforman en propósitos o motores de vida. Un tema de salud puede convertirse en una idea que después se transforma en un cambio de vida para cientos de mujeres. Y todo comenzó con una necesidad. Éste fue el caso de Mila Magnani quien a su corta edad no sólo es ya una emprendedora exitosa sino que ha logrado demostrar que los sueños también pueden tener frutos internacionales.
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A los veinticuatro años, la mexicana Mila Magnani —exmodelo y ahora emprendedora—convirtió una experiencia profundamente personal en una misión de vida. Nacida en Ciudad de México y formada en Nueva York, convivió desde la adolescencia con el síndrome de ovario poliquístico (SOP). Tras años de diagnósticos incompletos y tratamientos genéricos, entendió que necesitaba algo distinto: información clara, respaldo científico y un enfoque que hablara a mujeres reales, más allá de estereotipos y expectativas.
Tras convivir con el Síndrome de Ovario Poliquístico, Mila decidió emprender para buscar lo que siempre necesitó: información clara y respaldo científico.
Fue ahí donde se emprendió en una trayectoria llena de investigación, no solo para conocer más sobre el alcance de su diagnóstico, sino para dar vida a un producto enfocado en un bienestar completo.
En esta conversación con ¡HOLA! Américas, Mila nos cuenta cómo convirtió su historia en un proyecto global que crece al ritmo de una comunidad fiel que comparte, aprende y encuentra en ella, una voz honesta, empática y bien informada.
Un sueño que lo cambió todo
Como mujer mexicana que creció entre Ciudad de México, Texas, Nueva York y ahora vive en Francia, ¿cómo ha influido esta identidad multicultural en tu visión?
Ha influido muchísimo. Desde muy joven viví esa típica crisis de identidad de quienes tienen muchas culturas en su raíz: no sentirme 100% de ningún lugar. Pero con el tiempo, eso que antes me confundía se convirtió en una fortaleza. Me ha permitido conectar con mujeres de todo el mundo que viven lo mismo que yo: desde México y Latinoamérica hasta Estados Unidos, Francia e Italia (país con el que he conectado gracias a mi prometido, que creció en Milán). Ese cruce cultural no solo me dio perspectiva, también me dio herramientas para comunicar en distintos idiomas, para entender matices, para hablar con respeto desde lo local y lo global. Estudiar en NYU también me ayudó muchísimo. Tuve acceso a estudios científicos que me enseñaron a basarme en hechos, no en tendencias. Aunque el mundo del wellness puede volverse muy comercial o confuso, yo siempre supe que la base de mis proyectos tenía que ser la ciencia.
Como mujer emprendedora en el extranjero, ¿qué aprendizajes crees fundamentales para otras jóvenes mexicanas que quieran crear una empresa internacional en un campo tan especializado?
Ser mujer, emprendedora y mexicana no es fácil. Va a haber personas que te van a juzgar o estereotipar, que no van a tomar en serio lo que haces o que te van a decir que no vale la pena. A mí me pasó más de cien veces. Pero algo que me ha dado mucha fuerza es el apoyo de otras mexicanas. Muchas veces, como todo lo que hago está en inglés y vivo en París, no se dan cuenta al principio de que soy mexicana. Pero cuando lo descubren, ¡todo cambia! Hay un orgullo, una conexión, un apoyo hermoso. Las mujeres mexicanas comparten, apoyan y celebran y eso lo valoro muchísimo. Así que mi consejo sería: cree en tu historia. Lo que viviste, lo que te dolió, lo que aprendiste... ¡todo eso vale! Rodéate de personas que te levanten, que te empujen a seguir.
Muchas mujeres buscan soluciones inclusivas al síndrome de ovario poliquístico (SOP) que vayan más allá de la fertilidad. ¿Cómo respondes a las críticas sobre la falta de opciones claras para quienes no desean ser madres?
Me encanta esta pregunta. Es una conversación que hace falta tener. El SOP es una de las principales causas de infertilidad, y sí, es un tema fuerte y real. Por eso los primeros productos creados para el síndrome se enfocaron en esta área. Pero el SOP no es solo eso. También es un tema hormonal, metabólico, neurológico. Afecta tu energía, tu piel, tu cabello, tu ánimo, tu digestión, tu concentración... ¡todo! Y a mí me frustraba que todas las soluciones estuvieran pensadas para mujeres que querían ser mamás. Yo era estudiante, no pensaba en eso. Y aún hoy, tampoco es mi prioridad. Por eso quise crear algo que ayudara a las mujeres sin importar su etapa de vida: a las que quieren ser mamás, las que no, las que ya tuvieron hijos, o si simplemente estás en otra etapa.
Mila demostró que sin importar la edad, puedes revolucionar el mundo de la belleza y la salud.
"No necesitas tenerlo todo resuelto para empezar. Hazlo con lo que tienes, desde donde estés, y no te des por vencida"
Mila Magnani
Fue así como nació la idea de crear Milamend, que lejos de las fórmulas milagrosas que inundan la industria del bienestar, se presenta como una respuesta informada y rigurosa a una necesidad colectiva. Co-fundada en Nueva York en 2024 por Mila y Lucas Labelle, el proyecto se materializa en una bebida en polvo creada a partir de ingredientes cuidadosamente seleccionados y respaldados por estudios científicos.
Habiendo logrado presencia en más de ochenta países y reconocimiento en plataformas como Forbes US, ¿cuáles han sido los mayores desafíos al expandir tu proyecto a escala internacional?
Lo más difícil ha sido la parte logística: que los paquetes lleguen a tiempo, cumplir con tantas regulaciones y encargarnos de los impuestos en cada país, para que nuestras clientas no tengan que preocuparse por eso. Buscamos que todo sea lo más fácil posible para ellas. Hasta ahora seguimos buscando formas de mejorar los costos de envíos internacionales y reducir los tiempos. Estamos por abrir nuestros warehouses en Europa, lo cual va a ayudarnos mucho. Además, contamos también con un equipo dedicado a que nuestras clientas siempre se sientan acompañadas y respaldadas.
¿Cómo te ves en cinco años, y qué rol crees que jugará la innovación digital en temas de salud y bienestar femenino?
Me emociona mucho lo que viene. En cinco años veo a Milamend como una plataforma donde la información y la tecnología se unan para ayudar a las mujeres de forma más personalizada. He podido ayudar a tantas mujeres gracias al internet y a las redes sociales, y por eso me emociona mucho pensar en lo que viene. Creo que la inteligencia artificial bien usada puede ser una gran herramienta. Puede ayudarnos a cerrar la brecha de diagnóstico: hoy en día, el 70% de las mujeres con SOP no saben que lo tienen. La IA puede cambiar eso. Puede ser clave para detectar desequilibrios antes, entender patrones y dar respuestas claras sobre cómo se sienten y qué pueden hacer. También estamos trabajando en nuestro primer estudio clínico. Y espero que vengan muchos más. Por ahora, quiero seguir mejorando lo que ya hacemos, escuchando a nuestra comunidad. Siempre ha sido así: ellas nos dicen qué les hace falta, qué quieren ver, qué quieren aprender. Esa ha sido nuestra brújula y siempre lo será.