Dormir bien no solo es cuestión de descansar: es la base sobre la cual construimos nuestro bienestar físico, mental y emocional. La “higiene del sueño” involucra todos aquellos hábitos y conductas que ayudan para tener un descanso profundo y reparador, y se ha convertido en un factor fundamental para todos aquellos que buscan mejorar su rendimiento en el día a día.
En recientes estudios se ha demostrado que un sueño de buena calidad influye directamente en la concentración, la memoria, el estado de ánimo y hasta en la toma de decisiones. Por el contrario, dormir poco o mal se asocia con mayores niveles de estrés, irritabilidad y un baja efectividad en actividades cotidianas.
Invertir en mejorar nuestra rutina nocturna no solo impacta positivamente en la energía con la que enfrentamos el día, sino también en nuestra salud a largo plazo. Dormir bien es, sin duda, el primer paso para vivir mejor.
Algunos consejos esenciales para fortalecer la higiene del sueño incluyen establecer horarios regulares para dormir y despertar, crear un ambiente propicio en la habitación —fresco, oscuro y silencioso—, limitar el uso de pantallas electrónicas antes de dormir y evitar el consumo de cafeína o comidas pesadas en las horas previas al descanso. ¡Toma nota! Porque te contamos todo lo que tienes que hacer para dormir mejor.
¿Cómo cuidar tu rutina de sueño?
- Establece un horario fijo para dormir y despertar: Acostarte y levantarte a la misma hora todos los días (incluso los fines de semana) ayuda a regular tu reloj biológico y tu ciclo circadiano (del sueño), esto hace que sea más fácil para ti conciliar el sueño y que despiertes con mayor energía.
- Crea una rutina relajante antes de dormir: Incorporar actividades que te ayuden a desconectarte y por ende, te relajen. Puede ser leer un libro, tomar un baño caliente o practicar respiraciones profundas, esto prepara al cuerpo y la mente para descansar. Tip: Evita estímulos intensos justo antes de dormir, como ver series o revisar el celular.
- Limita el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir: La luz azul (aquella emitida por celulares, computadoras y televisiones) puede inhibir la producción de melatonina, la hormona responsable de inducir el sueño. Reducir la exposición a estas fuentes de luz mejora significativamente la calidad del descanso.
- Cuida tu ambiente de descanso: Tu habitación debe ser un espacio tranquilo, oscuro, silencioso y con una temperatura agradable. Considera invertir en un buen colchón, cortinas blackout o incluso una máquina de sonido blanco si es que eres de las personas a quienes el ruido externo les afecta.
- Evita comidas pesadas, cafeína y alcohol antes de dormir: Consumir estos elementos en la noche puede alterar tus ciclos circadiano, dificultando que entres en fases profundas de descanso. Lo ideal es cenar ligero y al menos dos horas antes de acostarte.