Hace unos días, durante nuestro brunch dominical, una querida amiga nos compartió una preocupación acerca de su salud. Desde hacía ya algunos años ella ocasionalmente sentía que el corazón le palpitaba más rápido y fuerte por algunos segundos y sufría de un cansancio extremo que no mejoraba con el descanso. Inicialmente esto no le preocupó, ya que lo atribuyó al estrés de su día a día, a ser madre de un pequeño de 7 años con mucha energía y a sus múltiples ocupaciones. Pero, ahora que sus síntomas habían aumentado en frecuencia e intensidad, ya no podía ignorarlos y había tenido que acudir con un cardiólogo para revisarse. Ese día nos contó que había sido diagnosticada con una enfermedad del corazón llamada insuficiencia mitral.
Explicando este padecimiento de manera sencilla, el corazón lleva la sangre a los pulmones para que se oxigene y luego sea transportada a todo el cuerpo, reciba la sangre con menos oxígeno y la lleve nuevamente a los pulmones en un circuito que nos mantiene con vida. Para que este mecanismo de bombeo funcione adecuadamente y la sangre fluya en la dirección correcta, el corazón tiene 4 válvulas que controlan el flujo de sangre entre las diferentes cámaras del corazón y hacia los grandes vasos sanguíneos. Si las válvulas cardíacas no funcionan bien, la sangre puede fluir en la dirección incorrecta o no moverse como debería. A esto se le conoce como insuficiencia mitral y puede ser más común de lo que podríamos pensar.
Detrás de la insuficiencia mitral y cómo afecta a nuestra salud
A estas enfermedades de las válvulas las llamamos en su conjunto, valvulopatías y, aunque la sintomatología de éstas puede ser diversa en cada caso, hay que estar atentos a las siguientes señales en nuestro cuerpo:
- Fatiga
- Dificultad para respirar
- Mareos
- Desmayos o desvanecimientos
- Opresión en el pecho
Para entender mejor cuales son las opciones para todas las personas que podrían sufrir de alguna enfermedad de las válvulas cardiacas, nos dimos a la tarea de hablar con el Doctor Juan Pablo Umaña; especialista en cirugía cardiotorácica de Cleveland Clinic en la Florida.
El Doctor Juan Pablo Umaña es Jefe de la División de Cirugía Torácica y Cardiovascular de Cleveland Clinic, ubicada en la Florida. Se entrenó en la Universidad de Columbia y en la Universidad de Stanford, por lo que tiene 26 años de experiencia y atiende un promedio de 350 casos al año. A través de una muy amena charla, nos contó que este hospital es cuna de grandes avances de la medicina, como la cirugía de bypass coronario, que se realizó por primera vez en este centro en la década de 1960 a manos del pionero doctor René Favaloro, quien marcó un hito en la historia de la cardiología, pues gracias a esta cirugía se han salvado incontables vidas de pacientes que han sufrido infartos.
En el campo de la cirugía valvular, el doctor Umaña nos comentó que Cleveland Clinic realiza el mayor volumen de cirugías de raíz aórtica en los Estados Unidos, con resultados incomparables, pues son pioneros en el reparo de la válvula aórtica y han realizado más de 4000 cirugías de reparo mitral con la menor mortalidad reportada.
Causas y prevención de las valvulopatías
Según el Doctor Umaña, la genética sí juega un papel muy importante en las valvulopatías cardiacas. Tal es el caso de la válvula aórtica bicúspide, presente en hasta 2% de la población general, es decir, en una fiesta de 200 personas, hasta 4 de ellas podrían haber nacido con esa alteración. Los pacientes podrían presentar síntomas en las primeras etapas de la vida, no presentar ningún síntoma o presentarlo hasta la sexta década de la vida.
El prolapso de la válvula mitral también parece tener un componente genético, siendo más frecuente en mujeres jóvenes y puede progresar en severidad con el tiempo. Los pacientes con diagnóstico de Lupus, Síndrome de Marfan, Síndrome de Turner o Síndrome de Loeys-Dietz tienen una mayor incidencia de valvulopatías debido a la deficiencia de colágeno que caracteriza a estas enfermedades.
De acuerdo con el Doctor Umaña, algunas situaciones pueden ponernos en riesgo de padecer algunas valvulopatías o que las ya existentes empeoren. Tener niveles de colesterol o triglicéridos elevados en sangre e hipertensión arterial son ejemplos de estas situaciones que pueden volvernos vulnerables.
Algunas veces, las valvulopatías pueden ser tratadas con medicamentos, pero frecuentemente es necesario realizar una intervención. El Doctor Umaña nos comenta que existen diferentes procedimientos que pueden realizarse en la Cleveland Clinic, “dependiendo del defecto valvular; algunas veces se puede a través de catéteres. Se han desarrollado mejores válvulas para reemplazo y clips o bandas para el reparo de la válvula mitral y tricúspide. Sin embargo, el standard de oro sigue siendo el reparo quirúrgico de las válvulas, utilizando técnicas mínimamente invasivas cuando sea posible”.
Otro interesante avance del cual nos habló el Doctor Umaña es que se ha perfeccionado una cirugía (cirugía de Ross), la cual permite reemplazar la válvula aórtica cuando no es susceptible de reparo, usando la válvula pulmonar del paciente, la cual, a su vez, se reemplaza con un homoinjerto, es decir, tejido del mismo paciente. Tanto el reparo valvular como la cirugía de Ross han demostrado restaurar la expectativa de vida normal en pacientes jóvenes, lo cual no sucede con el reemplazo de las válvulas utilizando prótesis artificiales.
Sin lugar a dudas, la mejor opción en América para el tratamiento de valvulopatías como: estenosis mitral, insuficiencia mitral, prolapso de la válvula mitral, estenosis aórtica, insuficiencia aórtica, y otras enfermedades cardiacas, es la Cleveland Clinic. Para obtener más información o programar una cita, visita clevelandclinic.org/latinamerica o comunícate con el Servicio de Pacientes Globales al 1.954.256.0840 (Florida) o al +1.216.505-4731 (Ohio).