Mantener en orden tu clóset puede no ser una tarea fácil, pero es un hábito que vale la pena implementar, pues más allá de una simple falta de organización, algunos psicólogos aseguran que la relación que guardamos con los objetos a nuestro alrededor dice mucho de nuestro interior.

El desorden denota falta de estructuración y de definición en nuestra vida; además, de reflejar nuestras frustraciones, carencias, miedos e inseguridades. En el caso de nuestro armario, se cree que suele representar “dificultades para controlar las emociones y sentimientos más profundos”.

Para el feng shui, la organización es vital, pues esta antigua práctica de origen Chino busca alcanzar el equilibrio energético a través de la distribución y orientación de los espacios en los que habita una persona. Si el clóset de tu dormitorio es un desastre, esto podría afectar la calidad de tu sueño, aseguran.

Por esta razón, te compartimos algunos sencillos pasos que te ayudarán a organizar y mantener el orden en este importante espacio de tu habitación, al que pocas veces prestamos importancia.

Mantén tu clóset organizado con estos sencillos pasos

1. Revisa lo que tienes en el clóset. Haz una selección general separando las prendas según la periodicidad en que las llevas. Te darás cuenta que la mayoría de la ropa que está en el armario lleva meses sin moverse.
2. Haz tu propio fitting, después de algún tiempo, te sorprenderá descubrir que aquel vestido que llevaste en tu primer día de trabajo ya no es tu favorito. Con el tiempo, las formas de nuestro cuerpo cambian. Disfruta estas variaciones, cualesquiera que sean y aprovéchalas para apostar por nuevos estilos. Eso sí, recuerda que según la especialista en organización Marie Kondo, “por cada cosa que entre en casa, 1 o 2 como mínimo deben salir”.
3. Elimina lo que ya no sirve, la mayoría de las personas tenemos en el clóset prendas a las que les guardamos cariño, pero siendo honestos, muchas de ellas ya no son funcionales para nuestros outfits. Olvídate de sentimentalismos y deja fuera aquella blusa a la que no pudiste quitar la mancha de vino o los jeans que ya se desgastaron.
4. Guarda un espacio para la duda, si estás insegura sobre deshacerte de alguna prenda porque crees que podrías necesitarla en el futuro, no te atormentes demasiado, haz un pequeño espacio para tus “tal vez”, después fija una fecha para echar un vistazo a esa zona y verificar si usaste algo de ahí. Si todo sigue intacto, sin duda estas prendas están listas para cambiar de dueño.
5. Recordar es volver a vivir, sabemos la importancia que pueden tener ciertas prendas en nuestra vida, pues quizá pertenecieron a alguien que ya no está o simplemente nos devuelven a aquel momento en que las usamos y fuimos felices. En este caso, te recomendamos destinar una caja que te permita mantener a salvo tus recuerdos.
6. Practica la regla del uno, los básicos como los jeans, un pantalón negro o una camiseta blanca son infaltables, pero si tu clóset está lleno de ellos, estamos seguros que podrías prescindir de un par de estas prendas y continuar sintiéndote seguro de que saldrás victorioso en cualquier fashion emergency.

¡Clóset limpio! Y luego...¿qué hacer con lo que ya no ocupas?

• Dona: ¿recuerdas aquel suéter que te salvó del frío en invierno, pero que no volvió a ver la luz? desempólvalo y alístalo para su próximo dueño. A tu alrededor puede haber alguien que lo necesite y a quien puedas hacer feliz con este gesto. Solo recuerda revisar que las prendas estén en buenas condiciones.
• Vende: antes de protagonizar un drama por aquel blazer que compraste hace poco y después del fitting, ya no te encantó cómo te queda, piensa en la alternativa de ponerlo a la venta. Lo que ganes podría pagar parte o el total del costo de uno nuevo. De esta forma, además de apoyar tu propia economía, le das una mano al medio ambiente al sumarte a la moda sustentable del second hand.
• Recicla: apuéstale al upcycling y pon a prueba tu creatividad para llevar tus prendas al siguiente nivel. Incorporar pequeños detalles en tus blusas, vestidos o jeans puede darles un nuevo sentido y alargar su vida útil.