Octubre es conocido como el mes rosa, en honor a la lucha contra el cáncer de mama que se realiza a nivel internacional. Esta enfermedad cada año afecta a 2.3 millones de mujeres en el mundo, según señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Te recomendamos
América Latina suma 462 mil de estos diagnósticos, de los cuales casi 100 mil derivan en el fallecimiento, convirtiendo al cáncer de mama en la causa número uno de muerte en las mujeres. Es por esta razón que platicamos con Eliza Puente, directora de Fundación CIMA, en México.
Una organización no gubernamental que orienta a miles de mujeres en la prevención, las acompaña durante y después de su tratamiento y crea conciencia respecto a la importancia de visibilizar esta enfermedad que no conoce de edades y banderas.
¡Regala una sonrisa!
Eliza Puente, directora de Fundación CIMA resuelve algunas de las principales dudas sobre el tema
¿Cuáles son las primeras medidas para prevenir el cáncer de mama?
La autoexploración mensual; de preferencia entre el 5 y 7º día después de la menstruación porque es cuando existe una menor inflamación de los senos. Observarlos y tocarlos nos permite identificar cambios que pudieran ameritar una cita con el especialista.
La revisión anual con el médico también es imprescindible, la Norma Oficial Mexicana para la Prevención, Diagnóstico, Tratamiento, Control y Vigilancia Epidemiológica del Cáncer de Mama dicta que sea a partir de los 25 años. En Fundación CIMA nos gusta recomendar que se realice a partir de que se tiene la primera menstruación, pues ya existe una actividad hormonal importante. Y, a partir de los 40 años, es importante calendarizar una mastografía bianual.
En la autoexploración, ¿a qué síntomas debemos prestar atención?
Enrojecimiento de la piel, bultos tanto en seno, axila o la cara interna del brazo, cambio en la textura de la piel o en la posición de los senos; engrosamiento o apariencia similar a la cáscara de naranja, secreción, la inversión del pezón u hoyuelos en el seno.
Además de los cuidados médicos, ¿con qué acciones podemos a reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad?
Los factores de riesgo que sí son modificables; es decir, que están en nuestras manos para reducir el riesgo son: evitar comidas muy grasosas, azucaradas o elaboradas con harinas refinadas, no abusar del alcohol, evitar fumar y no automedicarse tratamientos hormonales de anticoncepción o remplazo hormonal. El estilo de vida saludable siempre influye, es recomendable realizar alguna actividad deportiva y todas aquellas que mejoren los hábitos de salud y la calidad de vida.
Eliza, en México la detección se da en una etapa avanzada. ¿A qué lo atribuyes?
Efectivamente, el 70% de los casos se detectan en etapas avanzadas por diferentes factores, pero podríamos atribuirlo principalmente a que los médicos señalan que de 10 mujeres que saben lo que tienen que hacer para procurar la detección oportuna, solamente dos llevan a cabo las acciones necesarias.
Dejan de lado la autoexploración, la mastografía y no generan buenos hábitos, lo que evidentemente influye para que los índices crezcan.
Otro factor importante es verificar que se le de el mantenimiento adecuado al equipo que se ocupa para realizar las mastografías; además de contar con profesionales capacitados para leer los estudios, porque de no realizarse correctamente pueden arrojar falsos negativos .
La mastografía, un estudio imprescindible en la detección temprana del cáncer de mama
¿Por qué la mastografía es el estudio al que más se recurre?
La mastografía nos ofrece mayor exactitud para poder detectar una lesión o un tumor que pudiera ser cáncer. Hablando de los aparatos con los que contamos hoy por hoy, este es el que mejores resultados ofrece, aunque nunca está de más complementarlo con la autoexploración y un ultrasonido de mama, pues cada acción detecta y revisa distintas partes de la arquitectuda del seno. Mientras más completas sean estas acciones, mejor será el nivel de detección.
¿Cuándo se recomienda realizarla?
La Norma Oficial Mexicana para la Prevención, Diagnóstico, Tratamiento, Control y Vigilancia Epidemiológica del Cáncer de Mama refiere que debe realizarse a partir de los 40 años. Esto debido a que el tejido de la mama antes de los 40 es demasiado denso y no podría hacerse la lectura correcta, por ello se realiza cuando este empieza a ser más flácido. Sin embargo, hay que destacar que no toda las mamas son iguales.
Por esta razón es importante la visita anual al médico para revisar las condiciones particulares de cada paciente, considerar enfermedades preexistentes, una menopausia tardía o temprana o si tuvo hijos o no, ya que todos estos factores cuentan para calcular la incidencia o probabilidad de presentar esta enfermedad.
En promedio, ¿a qué edad suele ser mayor la presencia de este padecimiento?
El 50% de los casos aparecen de los 50-55 años y en edades posteriores. A mayor edad, el factor de riesgo no modificable incrementa el porcentaje de que aparezca la enfermedad. Los 40 son una referencia para ir monitoreando y creando una historia clínica. Así, cuando las pacientes presentan alguna alteracion en los años subsecuentes, los doctores tienen el antecedente de cómo era la estructura del tejido y pueden realizar un comparativo que les permita un mejor diagnóstico y tratamiento.