Angélica Celaya nos habla de su nuevo reto en televisión y reflexiona: ‘Tenía que volver a creer en mí’

El mayor reto en todo esto es la exigencia única. Y aunque exista una cocina muy amplia y de todas partes del mundo, es abrirnos el paladar, por lo menos para mí es abrirme el paladar, para ver qué más hay que ir investigando. Porque es muy cómodo quedarte en lo que uno conoce, ¿no? Y pues me quedo presentando 10 diferentes formas de tacos y de tortas. Pero hay que salirse de esa burbuja y realmente encontrar quién eres tú en este universo.

Mi mayor habilidad en la cocina es saber diferenciar. Creo que tengo un buen paladar para hacer buenas salsas, porque yo desde niña he comido picante, pero me gusta unas con niveles. Y me gusta el saborcito como de lo ahumado, de tener diferentes texturas de ahumado, como es el umami. Eso para mí me identifica desde hace mucho tiempo atrás. Y la verdad es que, pues igual como la mariposa monarca, que anda por ahí, por todos lados, migra, pero siempre regresa a México. Así yo y mis platos y lo que a mí me gusta cocinar.

Lo que más me puede complicar en la cocina son platillos que no tengo (experiencia). O sea, en mi vida he preparado un pulpo y no sé cómo hacerlo en menos de 60 minutos. Hay platillos que no sé realmente cómo cocinar en poco tiempo. Y creo que lo que me puede de pronto parar es mi mentalidad. Es decir, que yo ya no puedo o no querer encontrar la solución. O de pronto no pensar fuera de la caja. Porque de pronto nos encerramos y si nos tiran algo, una curva, y que nos hace pensar fuera de la caja  

Y si no tenemos la habilidad de expandir mentalmente, uno se puede atorar ahí. Entonces es justo mantener mi creatividad y mi mentalidad abierta para realmente jugar y saber cómo puedo incorporar.

Yo no sé cuál sea mi platillo estrella. Pero para mi hijo, si le preguntas a mi hijo, sería el salmón con la costra de eneldo con miel. Ese sería su platillo estrella que yo hago. Y para mí, el que más es como mi confort, son tacos de flor de jamaica. Entonces, en vez de que sea carne, realmente la Jamaica reemplaza la carne y es agridulce con una salsa de aguacate.

En este momento creo que los dos competidores más fuertes. Lorena Herrera porque ella ya viene de hacer un programa y competencia de cocina. Y Juan Soler. Juan Soler, si ustedes ven su Instagram, Juan Soler se la vive asando. Creo que la mayoría del tiempo se la vive en una parrilla. Entonces, ese hombre sabe muy bien lo que hace.

Qué lindo, qué divino. Es que de verdad que Juan es un tipo, es un gran hombre. Y tengo que decirte que Juan cuando se desempeña en la cocina, y ustedes lo van a ver, es fenomenal. Tanto que, mira, si mi voz sirve para manifestar, así como manifesté estar en un reality de cocina para que mi hijo me vea, yo voy a manifestar que a Juan Soler le van a dar un show de cocina, o para que él vaya viajando, descubriendo asados del mundo, o algo, porque ese hombre es muy talentoso.

Mi hijo está realmente muy emocionado porque yo le he heredado algo a mi hijo que yo hacía mucho con mi mamá y mis hermanos, que nosotros de niños nos veíamos toda la programación de cocina los fines de semana o por la noche junto con mi mamá. Nos juntábamos en la cama y nos veíamos la programación de cocina. Y ahora yo los fines de semana, ya si es un viernes, vemos programación de cocina para relajarnos en la noche y así acurrucarnos.

Entonces, curiosamente, uno dice, uno puede manifestar lo que uno quiere hacer en la vida. Creo que, de cierta forma, yo y mi hijo acurrucamos todos los viernes por la noche viendo programación de niños cocinando, adultos, Bake Off y todo eso. Y ahora mi hijo me puede ver en pantalla haciendo esto.

Completamente. Estaba ausente por un tiempo porque me enfoqué en mí misma, me tocó separarme de mi expareja, del padre de mi hijo, y tenía que regresar a encontrar quién soy yo ahora de estar soltera, madre soltera. Quién soy yo en este universo. Volver a tener confianza, volver a creer en mí.

Y nada, es que cuando uno anda triste, como que uno no quiere andar por ahí por el mundo enseñando la cara, pero cuando uno se vuelve a reencontrar y vuelves a creer en ti, y no es por nadie a tu alrededor, sino porque es un trabajo muy interno, yo decidí hacer ese trabajo interno. Realmente dedicarme a mi hijo para que él también viera la mejor versión de mí.

El balance que hago está raro, está muy raro, porque yo la verdad me la vivo cansada. El café es mi mejor amigo, sin el café no funciono. Porque ahorita estoy justo en este momento grabando Top Chef VIP, mi hijo está en vacaciones, y porque el año pasado estuve retirada y alejada de mi hijo por estar en Turquía con La Isla, ahora tengo a mi hijo conmigo. Entonces yo salgo de grabar aquí y me voy al hotel, estoy con mi hijo, y luego en la mañana vamos a empezar de nuevo, y los fines de semana cuando yo quiero descansar, no existe descanso, porque mi hijo quiere a su mamá y quiere jugar. Vámonos a darle duro por allá, y por eso, insisto, el café es mi mejor amigo.

Creo que lo que me falta como actriz en hacer es más personajes humanos, más personajes imperfectos, no me gusta la perfección, me gusta lo orgánico, lo humano, los matices que tenemos cada uno de nosotros. Y realmente mi pasión, por lo que entré a esta carrera es para poder plasmar una mujer latina a cómo somos, sin los clichés, sin los estereotipos de nosotros que existen en las pantallas.

Y eso es lo que me falta para que mi hijo cuando prenda su televisor vea a más mujeres haciendo roles en los que no importa el género que sean y no importa tus raíces, tu etnicidad, tu color de piel, ni tu acento. Eso es lo que realmente me importa, plasmar un mundo real en frente a la pantalla, ya sea estando yo en frente a la pantalla o escribiendo o dirigiendo atrás.