Para Silvia Navarro este 2021 arranca con nuevos retos profesionales. Después de un par de años, la actriz regresa a la pantalla chica de la mano de Telemundo con la serie La Suerte de Loli, la cual se estrenará el próximo 26 de enero a las 9PM/8C . En dicha ficción, la artista originaria de Guanajuato, México, da vida a Dolores Aguilar, mejor conocida como Loli, la productora estrella de Global Radio, una estación de radio en la costa oeste de Estados Unidos. Soltera, adicta al trabajo y sin intenciones de formar una familia, la vida de Loli se transformará tras el inesperado fallecimiento de su mejor amiga, Mariana (Jacky Bracamontes), quien dejará a Loli la responsabilidad de velar por sus dos hijos.

©Oscar Ponce

En medio de esta trama, Loli aprenderá del amor, de cómo ser madre y sobre todo, trabajará en la fórmula para ser feliz al lado de su nueva y recién formada familia. En la producción, Silvia comparte créditos con un súper elenco formado por Osvaldo Benavides, Gaby Espino, Christián Chávez, Giselle Aboumrad, entre otros, con los que trazó una bonita amistad. En entrevista con HOLA! USA, la actriz compartió cómo fue participar en este proyecto, así como su emoción por dar vida a la intrépida Loli.

“La Suerte de Loli, es la suerte para mí... Es una gran bendición tener trabajo y estar en Telemundo”, dijo la actriz. “La Suerte de Loli es una comedia romántica con puro guapo como Osvaldo Benavides, es una comedia de amor en general, donde mostramos una amistad inquebrantable. (La producción) es como un homenaje a mis amigas, a mis paisanos en Los Ángeles, porque Loli es mexicana. Es una historia de amor entre amigas y de lealtad”. Y es que para Silvia, sus amigas, que son como sus hermanas han sido un eje en su vida y eso es parte de lo que quiere que el público vea en La Suerte de Loli. “La familia, no necesariamente la de sangre, sino la que tú haces son las que te dan las herramientas para la vida, donde puedes regresar... tu refugio y para mí así ha sido en la vida real, mis amigas son eso”.

©Telemundo

Silvia confesó que se identificó plenamente con su personaje. “Si yo no hubiera tenido un hijo, yo creo que yo sería Loli. Una mujer trabajadora, independiente, cero compromisos, enfocada en el trabajo, cuerpo y equilibrio, y de pronto, se abre la posibilidad de los niños, y eso cambia la estructura, dejando ver que el amor lo salva todo”.

Navarro contó que gracias a este proyecto, tuvo la oportunidad de acercarse a colegas con los cuales no había tenido la oportunidad de convivir. “Tengo compañeros increíbles, grandes actores, grandes personas, ¡gran todo!”. Por ejemplo, conoció otra de las facetas de Jacky Bracamontes, con quien coincidió anteriormente en una televisora. “Nunca tuve la oportunidad de conocer el calibre de actriz que es, creo que está mejor que nunca profesionalmente. Me transmitía tanta dulzura y ternura, es tan honesta, linda y genuina”.

©Telemundo

“Gaby Espino... Además de ser una diosa, yo la veo llegar a maquillaje y digo ‘¿cómo les hace para verse así?’ yo me levanto y digo ‘¿dónde está la magia de la televisión?’”, agregó entre risas. “Christian (Chávez) hace de los días algo ligero. Él siempre entra con su energía, es un ser de pura luz, es divertido... Soy muy afortunada de contar con un gran equipo”.

Además de tener la oportunidad de trabajar con buenos colegas, Silvia destacó lo segura que se sintió al trabajar de la mano de Telemundo. “Los cuidados que han tenido y los protocolos de seguridad para que nosotros pudiéramos contar esta historia, yo no los he visto en ningún lado”.

El beso que no fue

Fueron tales los cuidados, que hasta en las escenas de besos, había caretas, acrílicos y tests para detectar el virus en todo momento. De hecho, Silvia compartió que se quedó con las ganas de tener su escena de beso real con Carlos Ponce, su ídolo. “Cuando me tocó escenas de beso, nosotros no podíamos hacerlas como tradicionalmente se hacen. Cuando me tocó con Carlos Ponce, yo repetía en mi cabeza ‘por favor, por favor que no me pongan el acrílico’, pero no fue así... Nos pusieron máscaras y máscaras y mucha protección, para que cuando nos acercáramos (a dar e beso), hubiera una distancia. ¡Tengo la máscara casi enmarcada en mi casa de mi beso con Carlos Ponce!”, contó entre risas.