Valentino Lanús se convirtió en padre a inicios de año y no ha podido guardarse solo para él esta felicidad, por eso, presentó a ¡HOLA! México a María Magdalena, su primogénita. Junto a María, madre de su hija, y desde la Riviera Maya, el actor posó junto a su familia en una sesión de fotografías que mostró la conexión que tienen. Además, platico sobre la evolución que ha tenido como ser humano gracias a su nueva faceta como padre, en la que ha encontrado un nuevo sentido a la vida y demás detalles que podrás encontrar en la última edición de la revista impresa.

“Es, definitivamente, una revolución que no esperas. Te pueden decir: ‘Te cambia la vida, dejas de ser tú’, y crees que lo entiendes, pero no lo sabes hasta que te toca vivirlo. Cualquier palabra, cualquier cosa que te hayan dicho, es pequeño en comparación con lo que viene. Es un cambio verdaderamente fuerte, es un proceso. Yo todavía continúo peleando con mi antiguo yo, defendiendo mis actividades, ‘mis importancias’, y a ratitos me descubro soltando más y más hilos de mí para entregarme por completo a la experiencia de ser padre”, dijo Valentino.

Cuando el actor y María anunciaron que estaban esperando a esta pequeña en las páginas de nuestra revista, manifestaron que estaban pensando en un parto en medio de la selva, sin embargo, las circunstancias obligaron a que fuera un parto natural en casa del actor. La llegada de esta pequeña con ojos azules duró 36 horas, algo que llenó de admiración a Valentino.

“Más que decir ‘pobre María’, diría ‘¡wow, María!’. Después de estar viviendo todo con ella, para mí se reconstruyó mi entendimiento de la mujer, de su misión en la vida, de su valentía, de su soltar su vida para traer otra vida. Es algo que me dejó totalmente impactado, ver a María luchando tantas horas, sobrellevando un dolor así… Es un shock”, aseguró el actor.

-Valentino Lanús sobre el embarazo de su pareja: 'Me volvió extra sensible'

-¡HOLA! confirma que Valentino Lanus ya es papá

Por su parte, María aceptó que convertirse en madre también ha sido una de las mayores experiencias en su vida y que, después de todo el dolor, ver los ojos de su hija fue su mayor recompensa. “Sucedió algo muy fuerte y muy especial. Cuando vi a los ojos de mi hija, vi a Dios. ¡Fue una cosa impresionante! Es algo difícil de comprender, quizá”, aseguró.