El 2025 se ha convertido en un año de cosecha para Marcus Ornellas, uno marcado por proyectos internacionales, estrenos que cruzan fronteras y decisiones profesionales que han exigido ausencias prolongadas de casa. En medio de ese ritmo intenso, el actor ha encontrado un punto de equilibrio gracias al respaldo incondicional de su pareja, Ariadne Díaz, a quien reconoce como una pieza clave para poder avanzar con firmeza en su carrera. Más allá de los reflectores, Marcus vive un momento de profunda gratitud personal, consciente de que cada logro profesional está sostenido por un trabajo en equipo que comienza en su hogar.
Para ti que te gusta
Lee 5 contenidos gratis al mes con
solo registrarte.
Aprovecha nuestra oferta de Navidad
y navega sin límites durante 1 año
desde 19,50€
Este contenido es solo para
suscriptores.
Aprovecha nuestra oferta de Navidad
y navega sin límites durante 1 año
desde 19,50€
Este contenido es solo para
suscriptores.
Aprovecha nuestra oferta de Navidad
y navega sin límites durante 1 año
desde 19,50€
TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
En una reciente entrevista con el programa De Primera Mano, el actor compartió el balance de un año especialmente activo. “Muy feliz la verdad es que este año ha sido un año muy bendecido en muchos aspectos: terminé el proyecto de Doménica Montero, me fui a Brasil al día siguiente a filmar una peli, casi siete semanas allá regresé; tres días después estrenamos Doménica en Estados Unidos nos está yendo muy bien”, expresó, dejando ver el entusiasmo con el que vive esta etapa. La intensidad del calendario, sin embargo, implicó sacrificios personales, entre ellos una separación más larga de lo habitual de su familia.
Es precisamente en ese punto donde Marcus hace una pausa para reconocer el papel fundamental de Ariadne. Con honestidad y emoción, el actor habló del apoyo que ha recibido de ella para poder enfocarse plenamente en sus compromisos laborales. “Nos apoyamos mutuamente y le agradezco infinitamente por apoyarme, por estar, porque obviamente me tuve que ausentar ahorita, nunca había estado yo tanto tiempo lejos, siete semanas casi, y que ella estuviera ahí al frente de la familia, de cuidar a Diego”, señaló. Sus palabras no solo reflejan agradecimiento, sino también admiración por la manera en que su pareja sostuvo la dinámica familiar durante su ausencia.
Marcus explicó que el contexto profesional de Ariadne también permitió que ese apoyo fuera posible. “Afortunadamente ya había terminado el proyecto (Papás por siempre), entonces tenía ella más tiempo de estar en casa y estar al pendiente de todo, así que obviamente le agradezco muchísimo. Sin ella no lo hubiera logrado, no estaría logrando todo lo que estoy logrando”, afirmó, subrayando que los éxitos individuales, en su caso, son consecuencia de un esfuerzo compartido. Para él, la comprensión y la presencia de Ariadne han sido determinantes para asumir retos internacionales sin culpa ni incertidumbre.
Con el sentido del humor que lo caracteriza, Marcus también habló de cómo su familia vive esas ausencias. Al ser cuestionado sobre si Ariadne o su hijo Diego le reclaman por el tiempo lejos, respondió entre risas: “Sí, pero nada nada grave, ella lo entiende y ya hay una compensación: cada semana de ausencia es un viaje a un lugar diferente, entonces tenemos varios viajes ya programados”. Una fórmula que equilibra trabajo y vida familiar, y que convierte el reencuentro en nuevas experiencias compartidas.
¿Un hermanito para Diego?
Finalmente, el actor fue claro al hablar sobre la posibilidad de agrandar la familia. Sin rodeos, explicó que no es un plan inmediato. “No, por ahora no, de hecho, cada vez que me voy a Brasil aparece un perro nuevo en la casa, adoptaron un perrito nuevo, entonces ahí está el hijo, un perrito más”, comentó con sinceridad y humor. Por ahora, Marcus Ornellas disfruta del presente: una carrera en expansión, una familia sólida y el agradecimiento profundo hacia Ariadne Díaz, compañera y aliada indispensable en cada paso de su camino profesional.